Viernes, 19 de Abril 2024

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Los destrozos urbanos y ecológicos de los “promotores” tapatíos

Por: Juan Palomar

Los destrozos urbanos y ecológicos de los “promotores” tapatíos

Los destrozos urbanos y ecológicos de los “promotores” tapatíos

Dice el arquitecto Carlos Sáinz Caccia:

“Este es uno de los nuevos desarrollos en prolongación Juan Palomar y Arias y Av. Universidad. Noten las curvas topográficas en el plano. Los barrancones de la zona son más que evidentes, pero al desarrollador le da igual. Calles y lotes están trazados como si el predio fuera plano porque obviamente piensan hacer cortes y rellenos. Ah, pero luego se preguntan por qué se inunda la ciudad.

Desarrollos así son un resumen de las peores prácticas de desarrollo urbano: atentan contra la recarga de acuíferos y depredan el sistema de cauces pluviales. Son desarrollos cerrados que segregan socialmente, generan tráfico, no se diseñan a escala humana, orientados al coche. No permiten la circulación de transporte público ni la presencia de usos mixtos.

Pecados urbanos en toda su extensión. Y el Gobierno de Zapopan nomas mirando”.

Ante el inminente desastre, existe una alternativa, mucho más rentable para los “promotores” y mucho más benéfica para la ciudad: Un fraccionamiento abierto, con un centro cívico, religioso, comercial y de servicios como núcleo. Y, en vez de 167 terrenos probablemente unifamiliares o plurifamiliares horizontales, 36 terrenos más grandes con torres habitacionales y usos mixtos en sus bases de 15 a 25 pisos. La huella de todos esos edificios sería menor, los espacios sin intervenciones mucho mayores. La topografía y la hidrología serán así respetadas. En vez de alojar unos 700 o 2100 habitantes, se podría alojar a aproximadamente dos mil 500 familias o 10 mil habitantes.

Dentro de un cálculo muy preliminar los promotores (sin comillas) podrían ganar tres veces más dinero. El ayuntamiento tendría mucho mayores ingresos por licencias y prediales. Se podrían reducir las inundaciones aguas abajo y recargar efectivamente los acuíferos. Conservar vegetación, barrancas y cauces como un gran parque público natural. ¿Entonces qué pasa? Que los “promotores” van por la ganancia fácil y miope depredando la ciudad, el ayuntamiento y sus departamentos de planeación no hacen su chamba y los ecologistas están muy ocupados con el desastroso asunto del aeropuerto de México o con el desove de las tortugas en el Pacífico y no se fijan en lo que tienen delante de sus narices.

Por enésima vez hay que repetirlo: nuestro territorio es sagrado, vulnerable y finito. ¿Dónde están las voces lúcidas de la “refundación”? ¿Dónde están los diputados y la Procuraduría de Desarrollo Urbano, el Imeplan, las opiniones del ITESO y otras universidades? El tema es gravísimo, y nadie parece poner atención. Despertemos.

jpalomar@informador.com.mx

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