En algo que no aspiró a ser trilogía pero terminó convirtiéndose en eso, esta Palestra 20 que desea a todos una Feliz Navidad 2017, aborda a la tercera figura en la competencia por la gubernatura de Jalisco: Carlos Lomelí Bolaños, médico exitoso en la comercialización y producción de medicamentos, y ahora formalmente precandidato en Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y que será candidato sin lugar a dudas.Junto con Enrique Alfaro Ramírez, de Movimiento Ciudadano (MC), y Miguel Castro Reynoso, del Revolucionario Institucional (PRI), Lomelí es el tercero más conocido en la contienda. Es verdad que habrá más candidatos (Carlos Orozco, del PRD, por ejemplo), pero en atención a las estructuras, los recursos y las encuestas, sólo los primeros tres tienen posibilidades reales.Cabe la pregunta: ¿Puede Carlos Lomelí hacer de ésta una elección en tercios, o será sólo un testigo de la competencia entre Alfaro y Castro?Es importante, pero no suficiente, que Lomelí Bolaños –quien fue aliado de Enrique Alfaro para alcanzar un escaño en la Cámara de Diputados antes de abandonar MC y migrar a Morena– cuente con el respaldo de Andrés Manuel López Obrador.Desde que consiguió convertirse en el “favorito”, el Dr. Lomelí ha acompañado a López Obrador en todas sus visitas a Jalisco, e incluso en giras a estados vecinos. En términos prácticos es cierto que la marca de Morena, pero más todavía la de AMLO, es un beneficio para el galeno venido a político. Pero hay que insistir en que eso no basta.Otro aspecto indispensable a analizar es la maquinaria partidista que respaldará al candidato.¿Existe ese partido en Jalisco? Una leyenda urbana sostiene que López Obrador y su partido jamás han logrado penetrar. Y de hecho, Morena no tiene una presencia formal, es decir que no se puede hallar el domicilio del comité estatal de Morena. No lo hay.Pero Alejandro Peña Villa, un artesano de la política partidista que ha recorrido Jalisco en varias ocasiones, se ha encargado de construir en el último año esa estructura y quizá, sepultar el mito de la aversión al lopezobradorismo en Jalisco. Él mismo ofrece cifras que son sorprendentes: según sus propias palabras, en el Estado hay 70 mil afiliados a Morena, y están distribuidos en todo el territorio jalisciense.Alejandro Peña afirma que estos seguidores formales del partido –sin contar a los simpatizantes– integraron grupos en 90% de las secciones electorales del Estado, que suman alrededor de tres mil 450. En cada sección hay un grupo de Morena que cuenta con al menos ocho personas.Con esa representación masiva distribuida en la mayor parte del territorio, Carlos Lomelí tiene posibilidades reales de competir y convertirse en tercera o segunda opción. Definitivamente, a él le benefició que Miguel Castro fuera el “precandidato único del PRI”.Lomelí tiene el respaldo de López Obrador y la seguridad de treparse a esa ola; cuenta con una estructura humana que lo respalda en casi todo el estado para apoyar en campaña y sobre todo, estar presentes en las casillas el día de la elección.¿Qué le falta? Construir su propuesta, elaborar un discurso propio y ganar un espacio entre los electores. Necesita tener su propia marca, de modo que el votante recuerde que junto con un Alfaro aspirante desde hace cinco años y un Castro impulsado por el PRI, está Carlos Lomelí. ¿Puede conseguirlo? De él depende.