Un desarmador manchado de pintura fue lo que dejaron como recuerdo los asaltantes en una casa ubicada en El Zapote del Valle, en Tlajomulco. Los robos en inmuebles, que suelen estar solos la mayor parte del día o abandonados porque quedaron a medio construir, suelen ser una constante. El dueño de la casa afectada, con la herramienta en la mano, decidió preguntar a un vecino si tenía idea de quién sería el responsable del atraco. La respuesta sorprendió al interesado porque no se imaginó que tuviera más pistas que los propios responsables de indagarlas: los policías. “Estoy casi seguro que se trata de un cuate que trabaja como albañil, pero ya lo trae la maña, ya andan detrás de él”. Por temor a represalias, no movió más el tema del robo.A 10 kilómetros de El Zapote existe una zona que también forma parte del municipio de Tlajomulco, en los límites con Tlaquepaque, que es un ejemplo de la descomposición del llamado tejido social: familias numerosas, embarazos en niñas y adolescentes, prostitución, venta de droga y, en los últimos años, de hidrocarburo robado. Los responsables del ilícito ofrecen el producto a los posibles interesados con frases como “yo soy mafia y vendo gasolina por si te interesa”.¿Qué relación tienen los robos en El Zapote y la venta ilícita de gasolina? Las apariciones de personas sin vida o mutiladas, junto con letreros que refieren que eso les pasó por “ratas”. Muchos de estos hallazgos, que desde 2016 registraron una alta incidencia en el Area Metropolitana de Guadalajara, se deben a las venganzas de grupos encargados de comercializar huachicol contra aquellos que se dedican a robar en las mismas zonas por la sencilla razón de que atraen a los policías y eso les significa un mayor riesgo para continuar delinquiendo con la venta de combustible robado, la cual está por encima de cualquier otra actividad ilegal.Esta defensa de sus ventas ilegales en colonias marginadas los hace perseguir a hombres y mujeres que roban casas o a personas, para evitar que se convirtieran en “soplones” cuando sean capturados. Más de alguno señalaba al huachicolero y su punto de venta a cambio de que los elementos de seguridad lo dejaran libre.La venta de gasolina robada pareciera algo nuevo, pero lleva años con el conocimiento, complicidad y omisión de autoridades de todos los niveles. Decir que se trata de un delito federal y que se necesitan denuncias para proceder, es la respuesta más cómoda que ha llevado a que, según la actual Fiscalía General de la República, Jalisco se encuentre en la segunda posición a nivel nacional en litros de gasolina robada asegurados por la autoridad. ¿Quiénes permitieron el crecimiento de las mafias detrás del ilícito? Seguimos esperando la respuesta.
