“Es tiempo que los líderes escuchen al pueblo estadounidense cuando dicen que esto ya es suficiente”, escribió el ex presidente Barak Obama en su cuenta de Twitter, al referirse a los recientes tiroteos masivos en Atlanta y Colorado, solo minutos después de conocer el mensaje de urgencia que el presidente Joe Biden envió al Senado para que se apruebe a la brevedad posible las propuestas de ley -ya con luz verde en la Casa de Representantes- para prohibir la venta de armas de alto poder y que se amplíe la verificación del historial de quienes comprar armas de fuego.Biden se dirigió directamente a los senadores republicanos al señalar que “este es un asunto bipartidista; es un asunto de América; necesitamos salvar vidas. Necesitamos actuar”.La mayoría de los republicanos que se oponen a la legislación argumentan que aceptarla es ir en contra de la Segunda Enmienda de la Constitución (Que protege el derecho a poseer y portar armas de fuego y que es parte de la Carta de Derechos). Por su parte, sobre el tema la vicepresidenta Kamala Harris indicó que las modificaciones a la ley correspondiente “no es un asunto de la Segunda Enmienda, tiene que ver con la seguridad”.El problema es grave. En los últimos 20 años (desde la masacre de Columbine el 20 de abril de 1999, donde murieron 15 estudiantes y 24 resultaron lesionados) 114 tiroteos masivos han sucedido (un promedio de seis por año), y dejado más de 1,300 víctimas fatales. Es una epidemia con armas que nos muestra un comportamiento de violencia de la sociedad que crece sin control. Es una nueva normalidad, dicen algunos analistas sobre la proliferación de armas de fuego, sobre todo las de alto calibre.El número de armas en Estados Unidos es de 120 por cada 100 ciudadanos. Hay más armas que ciudadanos. Un porcentaje ocho veces más elevado que en los países de la Unión Europea, donde hay 15 armas por cada 100 habitantes.En estos días el Senado tendrá que votar sobre las propuestas de ley. Los demócratas que tienen 50 votos, más la decisión de Kamala Harris como presidente del Senado, y se necesitan de 10 votos republicanos para obtener la aprobación. De no proceder, Joe Biden se vería obligado a firmar órdenes ejecutivas para implementar cambios en los protocolos de autorización de venta de arma, así como la limitación a la venta del armamento de alto poder. Ante la venta indiscriminada de armamento, el uso inapropiado, las masacres y la sangre derramada, son argumentos suficientes para no ignorar el problema; “hay que actuar” como dice Biden, para evitar más muertes y dar un mensaje muy claro a los altos intereses de la industria de las armas. ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net
