Miércoles, 16 de Julio 2025

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

La tentación de la guerra

Por: Luis Ernesto Salomón

Trump quiere un cambio profundo que nos impacta

Trump quiere un cambio profundo que nos impacta

El conflicto entre Irán e Israel escala peligrosamente. Y lo más inquietante es que Estados Unidos parece cada vez más cerca de cruzar el umbral de la intervención, lo que amenaza con agitar aún más la inestabilidad que también nos alcanza en estas tierras.

En El arte de la guerra, Sun Tzu escribió: “El supremo arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar”. Toda confrontación abierta tiene un costo elevado. Irán e Israel ya han comenzado a pagarlo. Hoy están inmersos en un conflicto que amenaza con desbordarse, causando estragos en la región y afectando al mundo entero. Lo más preocupante no es sólo que pueda arrastrar a países vecinos, sino que Estados Unidos caiga en la tentación de involucrarse directamente.

Más allá de las razones que llevaron a Israel a bombardear a su histórico adversario, lo cierto es que ambas naciones han cruzado las líneas rojas de la contención. En apenas tres días, los ataques mutuos han cobrado vidas y encendido una mecha con consecuencias impredecibles. Las imágenes de los daños en Tel Aviv y Teherán son inauditas y muestran cuán rápidamente puede escalar una crisis cuando no se contiene a tiempo.

Estados Unidos y el Reino Unido ya han ofrecido apoyo militar a Israel. Aunque hasta ahora se limita a respaldo aéreo, ese paso puede ser el inicio de una espiral difícil de detener. Una cosa es la asistencia técnica; otra, muy distinta, es poner tropas sobre el terreno. Nadie lo plantea abiertamente aún, pero la historia enseña que las guerras modernas rara vez se ajustan a un guion racional: una vez que inician, dejan de responder al cálculo político y se rigen por la lógica del poder y el miedo.

El primer ministro Benjamín Netanyahu ha declarado que su objetivo es eliminar la capacidad nuclear iraní e incitar a una revuelta popular contra el régimen del Ayatolá Alí Jamenei. Ambos objetivos implican una guerra prolongada, y una guerra larga no le conviene a nadie. Israel necesita resultados inmediatos y enfrenta una presión interna creciente. Irán, por su parte, intenta recomponerse tras operaciones encubiertas sufridas en su propio territorio.

En este contexto, la única forma en que Israel podría declarar una “victoria estratégica” sería mediante un cambio de régimen en Teherán, un escenario poco probable. La caída de Bashar al-Assad en Siria, en diciembre, entusiasmó a los sectores más radicales en Tel Aviv y en algunas capitales occidentales, incluidos halcones cercanos al entorno de Donald Trump. Pero Irán no es Siria.

Los bombardeos israelíes no han debilitado al régimen iraní; por el contrario, han fortalecido su cohesión interna. Las imágenes de una nación atacada, junto con los discursos contra el intervencionismo extranjero, movilizan a la población. Todo indica que el gobierno resistirá, aunque salga lastimado. Y en caso de caer, el riesgo de un vacío de poder como el de Irak o Libia es más que evidente.

La administración Trump insiste en que no desea iniciar una guerra. Pero no hace falta comenzarla para quedar atrapado en ella. La tentación ya está en la puerta: no para encender el fuego, sino para sostenerlo. Y eso, en sí mismo, es una amenaza global.

Para México, este conflicto suma una nueva fuente de incertidumbre internacional. Una guerra prolongada podría presionar al alza los precios del petróleo, generar inflación en Estados Unidos —y, por efecto dominó, en México—, alterar los mercados energéticos y desordenar las cadenas de suministro. Aunque el conflicto ocurre al otro lado del mundo, sus repercusiones llegarán a nuestro país.

Mientras algunos discuten la lógica estratégica del conflicto, otros —desde el Pentágono— sopesan los costos y beneficios de involucrarse más. Pero la historia ofrece un recordatorio ineludible: entrar en una guerra es fácil; salir de ella, no tanto.

luisernestosalomon@gmail.com

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones