De no haber sido por el factor Venezuela y por lo baches e inundaciones que dieron una accidentada bienvenida a la Ciudad de México el martes al invitado, la Presidenta Claudia Sheinbaum hubiera salido mejor librada de la visita y los acuerdos (muy generales y sin firma de por medio), con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, a los que llegaron ayer para colaborar en materia de seguridad y combate a los cárteles de la droga.A diferencia del mensaje por su primer informe de Gobierno del lunes, en el que como lo apunté aquí, la Presidenta de México prefirió mantener un discurso desnarcotizado y para nada mencionar el grave problema del narcotráfico en México, ese elefante en la sala fue el tema central de ayer en la reunión de hora y media en Palacio Nacional.El encuentro estuvo presidido por las respuestas de Sheinbaum en la mañanera al enésimo reproche de su homologo estadounidense, Donald Trump, en el sentido de que tenía miedo a las mafias de la delincuencia organizada y que por eso no permitía que tropas estadounidenses las combatan en suelo mexicano. Desde luego, lo volvió a negar e insistió que siempre habrá cooperación con Estados Unidos, pero sin subordinación y con respeto absoluto a la soberanía mexicana.Al término de la reunión, la delegación estadounidense y el Gobierno de México emitieron un comunicado conjunto en el que exponen que se fijaron como objetivo trabajar juntos “para desmantelar el crimen organizado transnacional mediante una cooperación reforzada” para detener el tráfico de fentanilo y otras drogas, armas y el movimiento ilegal de migrantes, siempre con el “respeto a la soberanía e integridad territorial”. Acordaron que un grupo de alto nivel que se reunirá “regularmente” dará seguimiento a los compromisos “para contrarrestar a los cárteles”, asegurar la frontera, eliminar narcotúneles, combatir el lavado de dinero y el huachicol.La “estrecha colaboración” que refieren en el comunicado, la reconoció Rubio en la rueda de prensa que dio junto con el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, en la cancillería, en la que ambos resaltaron los inéditos niveles de cooperación que se han alcanzado en los 11 meses que van del Gobierno de Sheinbaum, que de forma implícita significó un reclamo velado a las diferencias que es esta materia hubo con los Estados Unidos y que se agudizaron en la parte final del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.Pero las tensiones bilaterales que seguramente hubo durante el encuentro por la “vinculación intolerable” de políticos mexicanos con el narco que EU ha reclamado, y que contribuyeron a salir sin un acuerdo firmado, se reflejaron también durante la rueda de prensa cuando se les cuestionó a ambos personajes sobre el ataque estadounidense del martes a una presunta narcoembarcación venezolana, en la que claramente De la Fuente no se alineó a los intereses de Trump al no criticar al Gobierno de Nicolás Maduro, al que Rubio catalogó como un narcogobierno.P.D. Mañana retomo el tema prometido de Colomos 3.