El gobernador Enrique Alfaro por fin se sentó frente a frente con Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional. Y lo hizo en una fecha emblemática: el día del amor y la amistad.Según el mandatario estatal, Andrés Manuel prometió apoyar los proyectos prioritarios de Jalisco y este año quedará lista la Línea 3 del Tren Ligero, lo cual es una muy buena noticia.Sobre los montos -porque el amor con presupuesto se demuestra- Alfaro no adelantó nada aún; ese será un anuncio que hará el Presidente en su próxima visita al Estado el 9 de marzo.***Un dato curioso. Carlos Lomelí, delegado de Programas para el Desarrollo en Jalisco, también estuvo en Palacio Nacional ayer con el Presidente.De hecho, difundió un mensaje en sus redes para presumir que estaba junto al Jetta blanco de AMLO. Y lo hizo minutos después de que Enrique Alfaro confirmó que había platicado con Andrés Manuel.Parece que a Lomelí ya le pusieron su candadito en la boca porque ya no roba cámara con los anuncios para el Estado. Le cede el protagonismo al góber.***De qué tamaño será el centralismo de Andrés Manuel López Obrador que ni los encuentros del gobernador con Alfonso Durazo ni mucho menos Carlos Lomelí pudieron dar certeza sobre la llegada de federales a Jalisco.Nada de eso. Hasta que el Presidente se sentó ayer con el gobernador Enrique Alfaro, el inquilino de Palacio Nacional otorgó su venia para desplegar mil 800 elementos de las fuerzas federales en Guadalajara, Tlajomulco y la Región Altos.El presidencialismo en su máxima expresión. El centro es el Presidente y él lo decide todo. Nada antes, ni después, ni por encima del tlatoani.Eso explica en parte el caos en las delegaciones federales en Jalisco en donde, en muchos casos, ni siquiera hay responsables y los funcionarios que atienden sólo saben responder que esperan indicaciones de la Ciudad de México.
