A casi dos años y medio de su gestión, el gobernador de Jalisco se ha ganado a pulso el calificativo de frívolo -algunos dirían cínico-, un distintivo que definitivamente marcará su sexenio.Desde su asistencia a un partido de los Lakers en Los Ángeles acompañado de un contratista del gobierno hasta su reciente presencia en encuentros de fútbol, lo que le sale mejor al gobernador es el deporte como entretenimiento más que gobernar. Esto cuando el Estado está al rojo vivo de violencia, con una crisis forense y de desaparecidos, multihomicidios, asesinatos de policías, corrupción e impunidad rampante.En medio de esta crisis, el gobernador del Estado decide mostrarse ocupado en un partido de fútbol de Tepatitlán o la final de la Copa Jalisco. Los comentarios en redes sociales le tundieron y para muestra un botón.“¡El límite del cinismo! Lo tuyo lo tuyo es el deporte y el protagonismo, gobernar Jalisco te quedó muy pero muy grande”, le reclamó una usuaria.Y esta crítica de un internauta resume el sentir de muchos: “Cuántas familias de Jalisco no podrán asistir a esos eventos porque están buscando a sus seres queridos desaparecidos y todo gracias a que tú le das más importancia a esto que a la seguridad de todos”. Pero la culpa es de la Federación, ¿o cómo era?***La marcha del sábado de Movimiento Ciudadano por la (imaginaria) defensa de Jalisco tuvo un solo propósito: mostrar el músculo del partido naranja.La explanada del Instituto Cultural Cabañas lució abarrotada. Este tipo de eventos ya no emocionan a nadie, pero definitivamente ponen de relieve la fuerza del partido naranja para movilizar a sus huestes.Y recordemos que en una elección intermedia siempre hay baja asistencia de votantes, por lo que la diferencia la puede hacer el partido con mayor estructura y capacidad de desplazar a sus bases. Y eso lo saben muy bien los emecistas.
