El día de ayer la Casa Blanca de Donald Trump público sus propuestas sobre cambios legales a la venta y distribución de armas de fuego. Sin embargo, brillan por su ausencia importantes resoluciones que hace un par semanas Trump aseguró que buscaría. No es la primera ocasión en la que esta administración confunde al electorado prometiendo una cosa y cambiando opinión al momento decisivo.En el documento que se publicó ayer sorprende la falta de un cambio a la edad mínima requerida para adquirir el tipo de arma del calibre y capacidad como aquellas utilizadas en las últimas masacres públicas.El presidente prometió alzar la edad mínima a 21 años de los actuales 18, argumentando sentido común y lo ridículo que es poder adquirir un rifle capaz de lastimar a tanta gente en tan poco tiempo, pero al mismo tiempo es ilegal para el adolescente de tomar una cerveza.La propuesta sí entretiene algunos de los puntos claves como asegurar el tráfico de información entre estados sobre pacientes que sufran alguna enfermedad mental y una verificación de antecedentes más exhaustiva. El documento no está exento de propuestas polémicas y aseguran que la administración trabajará con los estados de manera particular para entrenar el uso de armas de fuego a voluntarios altamente calificados para patrullar las escuelas. Por último, la propuesta promueve la creación de un comité bipartita que analice la seguridad en las escuelas y proponga medidas preventivas.Creo que la propuesta es un punto de partida en la dirección correcta, un poco tímida y vulnerable a la presión política que ejercen los grupos de interés como la Asociación Nacional del Rifle (NRA). Cuando Trump invitó a senadores de ambos partidos a la Casa Blanca a discutir los cambios que protegieran a los estudiantes fue tan burdo hasta para comentar que podrían quitarles sus armas a aquellos individuos con tendencias agresivas antes del debido proceso, alarmando todo el Partido Republicano sin embargo en el documento no aparece ninguna medida preventiva o soluciones. No debería sorprendernos que el presidente cambie de opinión dependiendo el día o con quien haya estado conversando, pero sí debe preocuparnos.Preguntas y comentariosdossierinformador@gmail.com
