Ayer en este mismo espacio nos referíamos a una mejor percepción sobre la importancia de los latinos en el crecimiento de Estados Unidos y al trato que hacia esa comunidad empieza a cambiar, aunque aún hay muchas asignaturas pendientes que van desde la discriminación hasta ignorarlos.Y dentro de esas ambigüedades en la interpretación de los hechos, el pasado miércoles surgieron dos corrientes que nos hablan de versiones que chocan en la importancia que representan para la sociedad y en la percepción por sus aportaciones.Un estudio realizado por Latino Donor Collaborative (LCD) y académicos de la California Lutheran University y la Universidad de California en Los Ángeles, señala que “si la población latina en Estados Unidos fuera considerada una economía independiente, sería la octava más grande del mundo”. De ese tamaño es la aportación de los latinos en el desarrollo del vecino del norte”, que solamente en 2017 el Producto Interno Bruto (PIB) de esta comunidad superó los 2.3 billones de dólares. Destaca que supera a las economías de Brasil, Italia o Canadá y es más del 45 por ciento más grande que Rusia. Los latinos, que son poco más de 62 millones -casi 40 millones de origen mexicano- y que representan casi el 19 por ciento de la población estadounidense, además de ser la segunda mayoría. Son un sector de la población que no puede pasar desapercibido y menos ser ignorado. Lo que está sucediendo en el Congreso, con la propuesta de reforma migratoria del presidente Joe Biden, que ni siquiera ha sido considerada para su discusión en la Cámara de Representantes y por en ende en el Senado, es ignorar a los que se estima son unos 12 millones de personas sin documentos, que son parte de la economía formal del país y que pasan desapercibidos en la otorgación de sus derechos que deben de tener al ser parte fundamental en el desarrollo del país.El pasado miércoles la principal asesora del Senado, la abogada Elizabeth MacDonough, rechazó por segunda vez un plan demócrata que busca esa regularización a través del llamado “plan de reconciliación del presupuesto”, que permite a los legisladores eludir el umbral de 60 votos que normalmente se requiere para aprobar una legislación y que puede ser aprobado con la justificación a la importancia de las aportaciones a la economía que representan esas personas sin documentos.Sin embargo, así como ya se destaca lo que los latinos representan para la economía y las medidas que se han tomado en las últimas semanas de cambiar en la papelería oficial burocracia federal y en algunos estados para identificar a esas personas que no cuentan con la debida documentación para trabajar -que antes se hacía de manera ofensiva para un ser humano-, hacen pensar que son logros significativos que llevan la tendencia a que muy pronto se tenga aún más conciencia de la situación de ese sector de la población que aporta mucho y no puede continuar ignorado por caprichos o motivos políticos. ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net
