Viernes, 19 de Abril 2024

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

"Estilos amorosos"

Sin duda que el mundo del tío Tolito ha cambiado mucho, sobre todo en lo que al machismo se refiere...

Por: Carlos Enrigue

"Estilos amorosos"

Sin duda que el mundo del tío Tolito ha cambiado mucho, sobre todo en lo que al machismo se refiere (por fortuna nadie me ha nombrado juez de conductas, por lo que intentaré no juzgar y sólo describiré los hechos). En su infancia la mujer era considerada como propiedad masculina, hasta hay una canción que dice “y Dios hizo a la mujer para provecho del hombre”, parecía que el único objeto en la vida femenina era complacer urbi et orbi a cuanto varón lo deseara.

Eso generaba la existencia de una fauna de sujetos, que vistos ahora parecen objetos producto de la imaginación, unos de estos: los castigadores. Narrar lo que hacían, sonaría ahora como absurdo y en buena parte lo era, se trataba de quienes en cualquier sitio se quedaban mirando fijamente a cualquier fémina presente hasta que ésta, vencida por la fuerza de la mirada del castigador, no resistía y bajaba la vista, con lo cual el de fuerte mirada quedaba satisfecho. No sé si exista algún sujeto que practique aún esta sinrazón pero entiendo, sin tener certeza de eso, que quedaría considerado como acosador.

También se acostumbraba ir al centro (ya que entonces no había plazas comerciales) a mirar la salida de las empleadas, aprovechando que en estas tierras, gracias a la belleza de las tapatías, se goza de uno de los mejores paisajes movibles del país y según el tío no era un acto de molestia; entre muchos de quienes acudían, se referían a ese evento como “ir al hipódromo”.

Pero los cambios de costumbres no afectaban al tío, que las consideraba simplemente como temas de conversación y cuando le preguntaban si no las extrañaba, solía decir que no, que en su infancia acostumbraba jugar a las canicas -que le gustaba mucho-, que creció y dejó de hacerlo y no lloraba por ello, y lo mismo eran las costumbres.

Por eso él siempre se ha considerado como galán de su época, porque, según decía, él nunca dejó de ser joven, pues afirmaba que el hombre tenía la edad de la mujer que tenía por pareja, lo que en su caso era la que él deseaba, ya que como tenía poco o nulo éxito con las damas, sus aventuras amorosas nunca pasaron del deseo. Sin embargo, hubo ocasiones en que casi lo logra, si bien muchos hubieran considerado que su Julieta hacía ya mucho tiempo había pasado sus años de conquistadora y las señoras de antes pensaran que intentar estos cortejos eran un desfiguro; pero con todo y eso el ligue se produjo, no sé si con fuerza pasional o de forma más relajada, de hecho quedaron de salir una noche.

Tolito, muy bañado y perfumado, se lanzó a la aventura, recordando que su abuela decía que debía oler a curro y no a pelado. Llegó dos horas antes de la cita, esperaba comiéndose las uñas y con unas flores que se carranceó de un jardín vecino. Pero qué creen, cuando el reloj marcó la hora fijada para la cita, ella no llegó, pues no la dejaron salir del asilo donde vivía.

@carlosmorsa

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones