El presidente estadounidense dijo que la jornada electoral del martes pasado había sido todo un éxito para su Gobierno, pero lo cierto es que le incomodó tanto que estalló en rabia al día siguiente en la rueda de prensa que dio en la Casa Blanca.Trump embistió contra el reportero de CNN, Jim Acosta cuando le cuestionó por qué consideraba la caravana migrante una invasión a Estados Unidos, y más cuando le preguntó si con la Cámara de Representantes con mayoría demócrata temía que avanzará la posibilidad del impeachment en su contra por el caso de la intromisión rusa en las elecciones de Estados Unidos que lo llevaron a la presidencia.Pero el colérico Trump tuvo leña también para México al anunciar que en previsión que los demócratas no quieran autorizar el presupuesto para el muro fronterizo, su Gobierno tendrá que buscar otras fuentes de financiamiento para hacerlo.Pero más allá de los previsibles arrebatos del magnate, es indiscutible que lo ocurrido el martes en Estados Unidos impactará en la relación bilateral México-Estados Unidos.Sin duda uno de los temas es justamente el muro, donde la buena noticia es que efectivamente los demócratas le cierren el paso en la aprobación del presupuesto para ese capricho, que lograron detener aún cuando fueron minoría en los dos últimos años.Otro de los temas fue el giro que tomó ayer el futuro de los Dreamers, que tanto tensó la relación de México con los Estados Unidos por la decisión de Trump de poner fin al denominado programa de Acción Diferida o DACA por sus siglas en inglés, que protege a los jóvenes estudiantes que llegaron en su niñez a los Estados Unidos, para no ser deportados y tener permisos de estudios o de trabajo renovables cada dos años, desde las administraciones de Barack Obama.En septiembre de 2017, quien hasta el miércoles fue el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, anunció que el programa finalizaría en marzo de este año, sin embargo desde el Senado, la Cámara de Representantes, y las demandas de 15 estados, los demócratas detuvieron la medida con una demanda presentada en la Corte, que se definió ayer a su favor. Es de esperarse que en esta nueva condición de mayoría en la Cámara baja, el fallo pueda hacerse definitivo en favor de los jóvenes migrantes mexicanos.El otro gran asunto es el de la ratificación del Acuerdo Comercial Estados Unidos-México-Canadá, USMCA por sus siglas en inglés, que se alcanzó en la fecha límite el pasado 30 de septiembre, tras el acuerdo entre Canadá y Estados Unidos, con lo que se renovó el TLCAN firmado en 1994.El hecho de que en la Cámara de Representantes es la mayoría la que controla los comités y los subcomités legislativos por donde pasará la revisión, pudieran ayudar a que el trámite se dé con mayor tranquilidad con los demócratas que con los republicanos, por si no se da la firma definitiva el último día de noviembre en la Cumbre del G-20 en Buenos Aires, como ayer aseguró Ildefonso Guajardo, secretario mexicano saliente de Economía. Veremos.
