Miércoles, 24 de Abril 2024

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El conflicto AMLO y Alfaro

Por: Rubén Martín

El conflicto AMLO y Alfaro

El conflicto AMLO y Alfaro

Tras meses de desencuentros públicos y de críticas mutuas ante la prensa, finalmente el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, se encontraron el pasado jueves 16 de julio, durante la gira del primero por tres estados del Occidente mexicano. 

Más allá de la anécdota de si el gobernador se puso nervioso como parecía mostrar su excesiva sudoración durante la mañanera del jueves, la gira de López Obrador al estado es interpretada como una nueva fase de la relación entre ambos políticos. Yo no estaría tan seguro que el conflicto entre ambos haya terminado. 

Como se sabe, en meses recientes el gobernador de Jalisco ha cuestionado algunas medidas o políticas del gobierno federal, como las de contingencia sanitaria, el pacto fiscal, y hace un mes, al responsabilizarlo de manera directa por las protestas ocurridas en Guadalajara por el asesinato de Giovanni López Ramírez a manos de policías municipales de Ixtlahuacán de los Membrillos. Si bien después el gobernador se retractó y retiró la acusación en contra de López Obrador, Enrique Alfaro mantuvo la acusación de que personajes políticos cercanos al presidente sí intervinieron en hechos que intentaron “desestabilizar al estado”.

El tono fue otro el pasado jueves, al menos en las comparecencias públicas. En la mañanera Enrique Alfaro aprovechó para leer un mensaje en que dijo que estaba dispuesto a “corregir el rumbo” de la relación entre ambos. Y en otro punto habló de respeto y hasta de aprecio al presidente.

Por su parte, López Obrador reconoció que ha habido diferencias entre ambos, pero que es normal en democracia. “Podemos tener diferencias y eso es consustancial a la democracia, nadie debe alarmarse, la democracia es pluralidad, es garantizar el derecho a disentir”, dijo. Dijo que en temas de seguridad están obligados a actuar juntos y reconoció la disposición del gobernador de Jalisco de participar en las reuniones diarias en materia de seguridad.

Por el tono del discurso y los compromisos públicos, pareciera que López Obrador y Enrique Alfaro entran en una nueva fase de su relación política. Y de hecho, en varias columnas políticas se destacó el tono de conciliación y hasta de nuevo “amorío” entre el presidente y el gobernador. 

Pero no creo que ese tono dure demasiado. Y la razón es que Enrique Alfaro ha diseñado su estrategia política para posicionarse como precandidato presidencial, en la contrastación con posturas o políticas del gobierno autodenominado de la Cuarta Transformación.

Si bien en algún momento caminaron juntos en el mismo partido político (PRD), y en términos ideológicos o de postura política no tienen mayores diferencias, ahora están en partidos distintos y compitiendo por el electorado.

Parece que Enrique Alfaro y sus asesores entendieron desde la elección pasada hace dos años, que el camino para posicionar al gobernador de Jalisco necesita de los cuestionamientos a López Obrador.

De hecho, antes de asumir el cargo, Enrique Alfaro hizo un duro discurso de críticas a López Obrador por temas del presupuesto, la designación de delegados federales y por el tema de la corrupción. El discurso de Alfaro, acompañado de la plana mayor de su partido Movimiento Ciudadano, fue ante la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, el 22 de noviembre de 2018 y hacía unos días que López Obrador enfatizaba que no se detendría en hurgar hacia el pasado, lo que fue entendido por algunos como acuerdo para no meter a la cárcel a los corruptos. En ese discurso “federalista”, Alfaro sostuvo que en “Jalisco vamos a castigar a los corruptos con o sin el aval del gobierno federal, en Jalisco los corruptos irán a la cárcel, no de vacaciones”.

Lo cierto es que año y medio de asumir el cargo, el gobierno de López Obrador tiene detenidas a varias cartas pesadas por casos de corrupción, como Genero García Luna, Emilio Lozoya y César Duarte, en tanto que en Jalisco no hay casos de corrupción relevantes que hayan avanzado. 

Con independencia de este tema, las críticas de Enrique Alfaro al gobierno federal en temas como contingencia sanitaria, pacto fiscal y federalismo, le han ganado reflectores nacionales y lo colocan como una referencia nacional de oposición al presidente. Es justo la estrategia que diseñaron, que les ha dado resultados y por lo tanto el tono que de amistad y reconciliación que vimos durante la pasada gira, será transitorio. La carrera política de Alfaro en busca de la precandidatura presidencial necesita del pleito con López Obrador.

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