Los pilotos son los principales protagonistas del automovilismo, sin embargo pueden aparentar ante los medios la imagen de cierto desconfort o apatía.Aunque ha mejorado la forma en la que los pilotos atacan las interminables y obligadas preguntas por parte de innumerables periodistas, aficionados y clientes durante un fin de semana de competencia, continúan prevaleciendo las respuestas cortas y sin mucho fondo. La realidad es que los pilotos están recibiendo educación para facilitar el trato y dentro del manual existe el capítulo de cómo responder a las preguntas de manera evasiva y sintetizada.En la Fórmula Uno siempre está algún miembro de la parrilla contestando preguntas en algún determinado momento dentro del fin de semana y las preguntas repetitivas son el catalizador para obtener respuestas cortas y sin mucho espacio para el diálogo. Los pilotos nunca habían tenido una relación tan íntima como en la actualidad; las redes sociales han permitido al aficionado conocer la vida diaria de sus ídolos y encontrar cosas mundanas de estas súper estrellas del deporte que genere empatía entre ellos.Tenemos que reconocer la diferencia que hay con las grandes figuras de otros deportes, donde probablemente sólo tengan que atender a los medios, previo a un gran cotejo o al finalizar el mismo. La recién instalada nueva administración del circo pretende utilizar a la capacidad de los pilotos de compartir para hacer crecer la base de seguidores que necesita el serial para continuar expandiendo, invirtiendo y entreteniendo.Un caso excepcional de cómo puede un piloto cambiar la dinámica entre aficionados y protagonistas es el de Daniel Ricciardo. El australiano asegura que su popularidad ha crecido gracias a sus actitudes fuera de la pista. A Daniel no se le puede borrar la sonrisa, ya que en sus palabras “estamos trabajando en nuestro trabajo soñado desde chicos, puede haber malos días en la pista tenemos que intentar ser agradecidos y felices de estar aquí, de no ser el caso, mejor busquemos otra profesión”.No pretendo sugerir que el “circo” se convierta en un circo, estamos hablando de la cima de nuestro deporte y tiene que conservar la seriedad y profesionalismo, pero creo que un poco de humor no lastimaría el paquete completo.Un buen ejemplo de cómo encender la revolución es el sitio oficial de la categoría, que desde el comienzo de la temporada genera contenido de entretenimiento y no sólo resultados.Comentarios @desdepista
