Ya no son amenazas verbales, sospechas o percepciones. Los acontecimientos que sucedieron la semana que estamos concluyendo son una demostración fehaciente de que Estados Unidos viene en serio y con todo en contra de los cárteles de la droga. Y si no, vamos a cuatro hechos que hablan por sí solos de la prioridad de nuestros vecinos y la determinación con la que enfrentan el compromiso.El primero y posiblemente lo más impresionante -porque no es cotidiano- fue que la presencia del portaaviones USS Nimitz de la Armada de los Estados Unidos navegando cerca de nuestras costas y los vuelos de los aviones RC-135 “Reviet Joint” y un Boeing P-8 “Poseidon” de la Fuerza Aérea norteamericana, que sobrevolaron frente a las costas de Sinaloa, Sonora y Baja California -todos en aguas y espacio aéreo libres o internacionales-. Segundo, la videollamada que los secretarios de Defensa y Marina de México, General Ricardo Trevilla Trejo y el Almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, que sostuvieron con el General Gregory M Guillot, del Comando Norte de Estados Unidos, para abordar temas de seguridad de la frontera, donde se “reafirmó el compromiso común de mejorar la coordinación militar y la capacidad combinada para la defensa de Norteamérica… y de apoyar los esfuerzos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a lo largo de la frontera Sur de Estados Unidos”, señala el comunicado de Marina. Tercero, Pam Bondi, la nueva Fiscal de Estados Unidos, fue muy tajante al ordenar al Departamento de Justicia tener como prioridad la “eliminación total” de los cárteles del narcotráfico en su país, donde se incluye que se agilice los trámites para acusar a los narcotraficantes como terroristas y hasta llegar a aplicarles la pena muerte.Y cuarto, Tom Homan, quien fue designado “zar” de la frontera por el presidente Donald Trump, declaró estar dispuesto a usar a los militares para “atacar” a los narcotraficantes en la frontera con México. Homan incluso advirtió que en caso de que algún soldado norteamericano resulte herido, el presidente “tiene la capacidad de borrarlos de la faz de la tierra” (?). La respuesta a los posicionamientos y acusaciones estadounidenses que se hacen en contra de México, por ser el productor -en parte- y trampolín de acceso de las drogas al país del Norte, fue de la Presidenta Claudia Sheinbaum, quien atinadamente les “refregó en la cara” que el problema no es sólo de México, sino de ellos también al ser un mercado de elevada demanda, por lo que les recomendó que “empiecen por su país… nosotros hacemos nuestro trabajo en nuestro país, pero ¿cómo llega? ¿Qué pasa después de la frontera? ¿Quién opera la distribución de la droga? ¿Quién vende la droga en las ciudades de Estados Unidos que han provocado tanta tragedia?”. Tiene toda la razón.Lo bueno de todo es que, a pesar de las amenazas, el tono agresivo que a veces se utiliza y las demostraciones de prepotencia que se muestran, ya se habla de “coordinación”, de “capacidad combinada” y de “apoyo” mutuo, que ya es un buen principio para un problema que nos compete a ambos países. Usted, ¿qué opina?