Y los desplantes de la administración Trump llegaron, más pronto y aumentados de lo que se veían venir contra México, como lo comenté aquí el martes pasado, luego de su ensoberbecimiento por su narrativa triunfal y mesiánica del papel jugado en el conflicto bélico y diplomático entre Israel e Irán.Ayer soltaron dos ataques que dieron en la línea de flotación del Gobierno mexicano: el primero vino cuando el Buró de Control de Delitos Financieros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a CIBanco, Intercam y Vector, tres instituciones financieras mexicanas, por presuntas operaciones de lavado de dinero y por los delitos señalados en su nueva Ley de Sanciones por Fentanilo, acusándolas de triangular movimientos monetarios con empresas y bancos chinos para el tráfico de precursores químicos con los que los cárteles mexicanos producen esa y otras drogas.Aunque no balístico, este misil que soltó Washington hizo que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público emitiera un boletín en el que señala que, aunque se las pidieron, el Departamento del Tesoro estadounidense nunca entregó pruebas de los vínculos de esas firmas con la delincuencia organizada, ni a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ni a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).Añadieron que las transferencias a China por las que se les acusa las hacen a las mismas empresas más de 300 negocios mexicanos a través de 10 instituciones financieras, entre las miles de operaciones diarias entre ambos países, cuyo comercio anual asciende a 139 mil millones de dólares.Los dos bancos y la casa de bolsa Vector, en la que se centró la atención por pertenecer a Alfonso Romo, empresario regio que fue jefe de la Oficina de la Presidencia en el primer tramo del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, también emitieron comunicados en los que rechazan las acusaciones.Aunque no es la primera vez que EU sanciona a un banco mexicano -ya lo había hecho contra HSBC por falta de controles antilavado-, estas sanciones son inéditas por la entrada en vigencia de la Ley que ve a los cárteles y sus lavadores como organizaciones terroristas.En el medio banquero consideran que esta acción del Gobierno de Trump es un duro golpe a la reputación del sistema financiero mexicano, que de entrada podría provocar la quiebra de esas instituciones financieras por la cancelación masiva de cuentas y cobro de sus ahorros.El segundo ataque vino de la fiscal general de EU, Pam Bondi, que durante una comparecencia ante el Comité de Gastos del Senado, añadió a México en la lista de países considerados “adversarios”, junto con Irán, Rusia y China, porque a través de la producción y tráfico de fentanilo y otras drogas es una amenaza directa a la seguridad de los estadounidenses. Mientras que el senador Graham dijo que Estados Unidos nunca estará seguro mientras México no cambie su estrategia antinarco, porque la “mitad” del territorio “está gobernada por los cárteles”.Habrá que ver, pues, qué dice hoy en la mañanera la Presidenta Claudia Sheinbaum, además de que no somos “piñata de nadie”, ante esta nueva embestida que fortalece la narrativa del reclamo de Trump de que México sigue haciendo poco para combatir el poder del narco, y que, como pasó con “El Mayo”, como no hubo ayuda para sancionar a estas instituciones financieras, EU tuvo que ir por ellas, por la libre.jbarrera4r@gmail.com