Más que una mala coincidencia, la ola de severa y creciente violencia en medio de la cual se llevó a cabo el lunes pasado la reunión de seguridad en Casa Jalisco parece un desafío y hasta una burla más de los grupos delincuenciales hacia los cuerpos policiales a los que les tienen tomada la medida.Días antes, durante y después de la visita a Guadalajara del secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, del secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, del de la Marina, el almirante José Rafael Ojeda, y comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, se encontraron nuevamente más de una decena de cadáveres en un canal de aguas pluviales en Tlajomulco, asesinaron a un alto funcionario de Tlaquepaque entre otra veintena de homicidios el fin e inicio de semana.Está visto, pues, que además de desafortunados, son inútiles los intentos de las autoridades por amañar la interpretación de las cifras de los índices delictivos, para tratar con ello de tapar el sol con un dedo, y minimizar la grave y creciente crisis de violencia e inseguridad en México y en Jalisco.Estos intentos de las autoridades locales no han sacado a Guadalajara ni a otras zonas del interior del Estado de la lista de zonas prioritarias para el gobierno federal, desde principios del sexenio, por su alta incidencia delictiva. La más reciente medición ubica a Jalisco como tercero a nivel nacional.Por eso el lunes ratificaron la llegada de tres mil 600 efectivos de la Guardia Nacional, que habrá que ver si esta vez sí logran coordinarse con la Policía estatal y las municipales, que les permitan hacer un frente sólido para poner un freno a las mafias que además de agredir y robar a los ciudadanos, han hecho de las calles de la ciudad su campo de batalla por la hegemonía y el control de lo que llaman “la plaza”.Aunque aún con la llegada de estos elementos de la Guardia Nacional, no se cubre el déficit policial que se padece el Estado y sus municipios, que se calcula en 15 mil, una buena articulación de esfuerzos bien podría hacerse sentir en las zonas urbanas y regiones consideradas focos rojos.En ese sentido, el secretario de Seguridad federal lanzó una buena señal de entendimiento con las autoridades locales, al afirmar que la Guardia Nacional trabajará con un mando operativo único en el Área Metropolitana de Guadalajara.Habrá que ver si eso implica agilizar la constitución de una Policía Metropolitana como los gobiernos naranjas municipales buscaron el trienio pasado cuando crearon la Agencia Metropolitana de Seguridad, y que no pudieron integrar por la oposición del gobierno estatal del priista Aristóteles Sandoval.Por el bien de Jalisco ojalá esta coordinación policial prometida desde el sexenio pasado, esta vez sí se alcance y los gobiernos cumplan su obligación de dar seguridad a los ciudadanos.jbarrera4r@gmail.com
