Con el alza del 9.65% a la tarifa del SIAPA este 2025 y su ajuste automático anual según la inflación, “no le entregamos un cheque en blanco”, declaró la diputada emecista Gabriela Cárdenas.Pero ¿a qué SIAPA se refiere?¿Al mismo que en el sexenio pasado permitió que la deuda de los morosos creciera de siete mil a más de 17 mil millones de pesos, mientras su eficiencia en cobranza caía del 90% al 60 por ciento?¿Al que, en 2022, perdió inexplicablemente un juicio millonario contra la empresa Barba Sais & Asociados SC, obligándolo a pagar casi 20 millones de pesos por un servicio de recuperación de cartera vencida que ni siquiera se prestó? (El asunto, más turbio que el agua que suministra, huele a podrido).¿Al sistema que, en 2021, acumuló 2 mil 234 quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco por su pésimo servicio, desbancando a la Fiscalía del Estado del primer lugar en reclamos? (Logro que pocas dependencias pueden presumir).¿A la dependencia que, en los últimos años, ha brindado un servicio deficiente, intermitente o directamente inexistente, violando el derecho humano al agua y provocando que cuatro de cada diez usuarios le deban? (¿Quién paga por un servicio que no recibe?).¿Al mismo que, ayer, envió un comunicado con este simpático párrafo inicial?: “La aprobación en el Congreso del Estado del ajuste a las tarifas del SIAPA es una buena noticia para la ciudad, de la cual nos congratulamos”.Y que, en el mismo documento, pide “elevar el nivel de la discusión sobre la definición de la tarifa del agua”, pero no dice ni una palabra sobre elevar el nivel del servicio, ni sobre los malos manejos de su anterior director, Carlos Enrique Torres Lugo.¿Al organismo al que, una y otra vez, se le ha advertido que subir la tarifa no es la solución, porque la gente no pagará hasta recibir un servicio continuo y de calidad?A ese SIAPA, en efecto, no se le entregó un cheque en blanco. Porque ese cheque, hace mucho, ya se lo gastó.