El Concejo de esta H. Cantina sesionó y concluyó: no esperen nada grandioso del próximo sexenio.Si no, inocentes, asomen la nariz a la segunda parte del gabinete estatal que presentó Enrique Alfaro. Poco frijol y mucho gorgojo. Se nota a leguas la zanca flaca del pollo. Faltó tiempo y perfiles para llenar tanto espacio. Pocos técnicos, muchos amigos de primera y políticos segundones, ex panistas redimidos y más de dos o tres “cazahuesos”.Por ejemplo, Juan Carlos Márquez, ex panista, para Procu Social; Susana Chávez, comadrita querida, al Instituto Cultural Cabañas; Iván Argüelles, compadre de mis amores, al IPEJAL; Marco Valerio, tenga su premio por buen “desempeño”, a Secretaría del Trabajo.Y Merylin Pozos, amiga de mis amigos y compadres, pasa de ex directora de Protección Animal de Guadalajara a un invento refundador: la dirección de Relación con los Poderes Federales. Ni la ironía perdonaron: tiene experiencia en el trato con animales.¿Este es el dream team de la Refundación o del Sistema Nacional de Empleo?***No hay proyecto ejecutivo, análisis de viabilidad ni impacto ambiental de las dos pistas de Santa Lucía que según eso resolverán la saturación del aeropuerto chilango, pero ya tenemos un encargado del proyecto. No alcanzó para fichar al Señor Increíble -quién más podría enfrentar este desastre- pero sí a un versado en sanidad vegetal, don Sergio Samaniego Huerta, nombrado por López Obrador de maravillas como encargado de la obra en Santa Lucía.Inge agrónomo por la Universidad de Chapingo, perito valuador y su máxima credencial: coautor con José María Robó, o Riobóo, del libro lest seller “Sistema Aeroportuario del Valle de México”. Con un título tan asertivo y prometedor, háganlo director del Charles de Gaulle, que al fin nuestro barrio Macron nos respalda.***Día histórico y necesario. Al fin cinco amparos concedidos por la Corte sentaron jurisprudencia. Señores y señoritas, parroquianos y mariguanos, el consumo de cannabis con fines lúdicos ya es legal en este país y nadie puede quitarnos ese derecho. Ahora los legisladores tienen 90 días para reformar la ley. Albricias. Gran servicio a la nación porque la Cuarta Transformación, con un porrito, puede que sea menos difícil de sobrellevar.