Tal como se anticipó el pasado martes 30 de junio en este mismo espacio, la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), el máximo circuito beisbolero profesional jugándose en primavera-verano, optó por cancelar en definitiva la temporada 2020 ante la serie de imponderables que se interpusieron en el trayecto y que fue difícil solventar. Un asunto por el que desde ahora deben poner sus barbas a remojar los jerarcas de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), el máximo circuito beisbolero profesional que se juega en otoño-invierno, a fin de prever situaciones y evitar les pueda ocurrir una situación similar. La pandemia por el SARS-CoV-2 que ha causado daños en prácticamente todo el deporte espectáculo en el mundo, hizo lo propio con la Liga estival, que en primera instancia se vio obligada a no aperturar la campaña 2020 en la fecha inicial que se tenía programada, y luego, tras una serie de reuniones y análisis entre autoridades de salud, de Minor League Baseball (MiLB) y los dueños de los equipos del circuito, se llegó a la determinación de cancelar en definitiva la temporada, toda vez que no se pudo salvar el tema sanitario.“Nos debemos al beisbol y tenemos el firme objetivo de poner en marcha las actividades de nuestro deporte, no obstante, a la fecha no se estima que existan las condiciones que garanticen la integridad de nuestros aficionados, jugadores, miembros de los cuerpos técnicos, umpires y la plantilla de colaboradores”, explicó la LMB en un comunicado.Y es que, como se afirmó con toda oportunidad, sin gente o con escaso público en las tribunas resultaría muy complicado para los equipos del circuito veraniego salir a flote con sus gastos, ya que los ingresos de la mayoría de los clubes -quizá salvo los Diablos Rojos del México y Sultanes de Monterrey- dependen en alrededor de 70 por ciento de la taquilla así como de los productos y servicios que los aficionados consumen durante los cotejos. Tras dar a conocer la difícil decisión, en el marco del 95 aniversario de la LMB, se tendrá que empezar a trabajar los protocolos para la próxima temporada y con una reingeniería que les permita generar mejores condiciones al deporte rey y a la noble afición. La cancelación de la campaña 2020 del beisbol veraniego mexicano debe provocar urgente atención a los jerarcas de la LMP, pues las proyecciones no son muy alentadoras en el tema sanitario y es posible que la pandemia no ceda aún para octubre o noviembre, cuando se esperaría el arranque de la temporada 2020 de la liga de otoño-invierno.Y es que, si en Ligas Mayores donde ya debieron haber reportado al entrenamiento los peloteros desde el pasado 1 de julio no hay una garantía absoluta en cuanto a que iniciará la temporada en alguna fecha posible entre el 23 o 24 de julio, justo porque se depende del comportamiento de la pandemia, con mayor razón debe advertirse el severo riesgo en relación a problemas para el inicio de la Liga Mexicana del Pacífico. Si bien se había elucubrado podría iniciar en octubre como tradicionalmente ocurre, pensando en que la pandemia estaría controlada para julio, la realidad es que no es así y ni estamos siquiera cerca de ‘aplanar la curva’ como dicen los expertos epidemiólogos. Así que podemos dar por descartado un arranque en octubre y empezar a pensar en noviembre, quizá con un aforo reducido, aunque como ya se dijo, al igual que prácticamente todas las ligas beisboleras del mundo, se estaría sujeto al tema de salud y dado que es de todos conocido que la LMP, al igual que la liga estival no podría sobrevivir sin público o escasa presencia de adicionados en los parques de pelota, (salvo quizá algunos clubes como Charros, Tomateros y Sultanes), hasta en tanto no haya avance sólido en el control de la pandemia hay el riesgo latente de aplazamiento e incluso cancelación de la campaña 2020-2021 de la Liga Mexicana del Pacífico. Así que como dice el refrán, “cuando veas las barbas de tu vecino cortar pon las tuyas a remojar”. bambinazos61@gmail.com @salvadorcosio1
