La revictimización que hizo la Fiscalía de Morelos contra la joven Ariadna Fernanda, quien sufrió un claro caso de feminicidio, hizo recordar las historias de Debanhi y de Luz Raquel, en los que también asomó la falta de empatía con las víctimas y sus familias por parte de las Fiscalías de Nuevo León y Jalisco, respectivamente, que no han resuelto y mantienen en la impunidad estos sucesos de violencia extrema contra las mujeres.Desde luego el fiscal de Morelos, Uriel Carmona, está en un problema mucho más grave comparado al que enfrentaron en los momentos de mayor crisis sus colegas por estos casos, ya que ayer fue señalado de encubrimiento por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, por haber afirmado que la joven Ariadna murió por una “ingesta excesiva de alcohol” para tapar un feminicidio y ayudar al presunto agresor, Rautel “N”, empresario con el que tendría vínculos.Y es que mientras el fiscal morelense sostenía esa versión con base en las autopsias realizadas en su dependencia, luego de encontrar el cadáver de la joven a las orillas de la autopista La Perla-Cuautla, en Tepoztlán, Morelos, a petición de familiares de la víctima, la Fiscalía de la Ciudad de México hizo una segunda necropsia en la que se concluye que la chica murió por la violencia ejercida en su contra, por lo que se trata de un claro feminicidio.A partir de ese resultado, los investigadores de la Fiscalía de la CDMX iniciaron diligencias y dieron con videos en los que se ve a Rautel “N” sacar el cuerpo de Ariadna de su departamento de la CDMX, al que llegaron, junto con su pareja Vanessa “N”, la madrugada del 31 de octubre luego de departir en un restaurante de La Condesa.Por ese video hicieron un cateo y encontraron indicios que acreditarían que el asesinato se cometió en el departamento propiedad del empresario. Con estos elementos quedó exhibido el fiscal de Morelos, quien avaló la versión de Rautel “N” de que Ariadna se había ido sola de su domicilio. Ayer este presunto feminicida se entregó a la Fiscalía de Nuevo León, negando su culpa, mientras que la Policía capitalina detuvo a su pareja Vanessa “N”, lo que podría acabar de hundir a Carmona. Ojalá esta pifia del fiscal de Morelos, que está muy cerca de inculparlo penalmente si se confirma, como todo parece indicar, que simuló un autopsia para ocultar el feminicidio de Rautel “N”, haga retomar a las Fiscalías de Jalisco y de Nuevo León las investigaciones de los casos de Luz Raquel, que murió quemada en Zapopan, y de Debanhi, que mataron en Nuevo León, para dar con sus feminicidas materiales e intelectuales, y atenuar sus omisiones iniciales que también revictimizaron y ofendieron a sus familias.
