Otra forma de entender la popularidad de Enrique Alfaro es posible. ¿Destaca como un gobernador popular frente a otros mandatarios? ¿Su nivel de aprobación se explica por sus logros y bienestar reportado en su sexenio a los jaliscienses? ¿O hay factores externos como la pandemia? ¿Cuántos de esos puntos de popularidad los cosechó gracias a su estrategia política de contraste con el centro? En días recientes circularon algunas encuestas sobre los niveles de aceptación de Alfaro. La más generosa señala que más de la mitad de los jaliscienses lo aprueban. Nada mal para un mandatario en su tercer año de gobierno. Sin embargo, una fotografía del momento sirve de poco. Por eso me concentraré en la evaluación de los gobernadores que durante tres años que ha realizado Consulta Mitofsky. Hay que remontarnos a febrero de 2020.Alfaro arrastra aún la sombra de su intolerancia al desaparecer por sus fustes el Instituto de las Mujeres. En esas fechas, Jalisco rompe su tasa histórica de homicidios (INEGI). También el gobernador firma su divorcio con los medios que no favorecen la versión oficialista. Su confrontación con AMLO lo coloca en los reflectores nacionales, pero pagamos un costo muy alto: Jalisco queda marginado del presupuesto y del diálogo con el Presidente en una lucha estéril y desigual. El Alfaro candidato se desinfla pronto frente al Alfaro gobernador. Febrero de 2020 termina por los suelos: sólo 28% aprueba el gobierno del emecista, su punto más bajo en el sexenio. En esas fechas, un portal digital titula: Alfaro, entre los gobernadores con menor aprobación del país. En el ranking de popularidad, sotanea en la posición 25. Entonces llegó la pandemia en marzo de 2020. Alfaro capitaliza un liderazgo local que lo catapulta. Sorprende la tendencia. Conforme avanza la crisis sanitaria, su popularidad crece mes a mes. En junio de 2020 alcanza su punto máximo con más de la mitad de los jaliscienses que respaldan su gestión. Sin embargo, este efecto se replicó para el resto de los mandatarios en el país. Un dato revelador: un mes antes de la crisis sanitaria, el promedio de aceptación de los gobernadores era de 32%. En la última encuesta de diciembre pasado aumentó a 51% (todos crecieron). Si todos los mandatarios aumentaron su popularidad, ¿qué posición ocupa ahora Alfaro? Continúa rezagado entre los 10 gobernadores peor evaluados, en la posición 26 con 44% de aprobación. Contrastada con otros gobernantes, la popularidad de Alfaro parece más bien un mito.
