Domingo, 05 de Mayo 2024

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

Acueductos

Por: Leopoldo Fernández Font

Acueductos

Acueductos

El acueducto, del latín, aquaeductus, que conduce agua, es un sistema integrado por diferentes elementos: canales, estanques de sedimentación, arquerías de soporte, etc., que permiten transportar agua en forma de flujo continuo desde un lugar en el que esté accesible en la Naturaleza, punto de origen, hasta un punto de consumo, distante, generalmente una población, que estará ubicada, topográficamente, en un nivel más bajo que el origen.

En la antigüedad, todos los acueductos funcionaban por gravedad, mientras que hoy en día se recurre a bombeos para hacer llegar el agua a su destino, según lo requiera la topografía del recorrido.

El acueducto clásico, funcionando por gravedad, es precisamente el canal, generalmente techado, que conduce el agua y que según la topografía del sitio, tendrá tramos subterráneos para salvar una sobre elevación del terreno, o tramos soportados por arquerías o columnas para librar una depresión o barranca en su trayectoria, la cual debe mantener una pendiente constante y uniforme para garantizar el flujo para el que fue planeado.

CORTESÍA

Como la parte visible del acueducto en la mayoría de los casos es la arquería, a esta se le ha identificado como “el acueducto” y así tenemos el acueducto de Querétaro, el acueducto de Segovia o el acueducto de los Colomos. De manera sencilla y condensada describo el sistema que integra un acueducto: Consta de un tanque de recepción del agua que se tomará del río, pozo o manantial, el cual debe estar en un punto más alto que la ciudad receptora, a continuación un estanque de decantación donde se dejan sedimentar los sólidos que vengan con el líquido, y finalmente el canal de conducción, propiamente: EL ACUEDUCTO, el canal de conducción que contará con los pozos de visita, de decantación y de alivio de presiones y sifones necesarios para pasar un obstáculo por debajo de éste y para entregar el agua a un sistema de purificación, si es el caso, antes de conectarse a las redes urbanas de distribución.

Cuando la población estaba a orillas de un río, la construcción de acueductos era la mejor forma de garantizar el suministro, en vez de extraer el agua del río que, aunque estuviera muy cerca, generalmente tenía un nivel más bajo que el poblado.

Roma fue indudablemente una civilización del agua. La tecnología que desarrolló para su captación, distribución y consumo, no encuentra parangón hasta nuestro mundo contemporáneo.

El Imperio Romano fue uno de los máximos ejemplos de las grandes obras públicas que sus gobernantes consideraron siempre prioritarias, así, los acueductos fueron símbolos de la avanzada civilización de Roma, además de vehículos propagandísticos de su poder.

El más antiguo acueducto romano se inauguró en el año 312 A.C. y el último que construyó el Imperio Romano fue en el 226 D.C.; algunos de estos acueductos llegaron a tener hasta 60 kilómetros de longitud.

En los lugares con un fuerte desnivel de terreno -un valle o una hondonada- se construían las arquerías monumentales que acostumbramos a identificar con la imagen del acueducto por excelencia. Sin embargo, en su mayor parte la conducción de agua se hacía por canales subterráneos o a ras de suelo. En el caso de Roma se ha calculado que, de los 507 kilómetros que sumaban sus acueductos, 434 eran subterráneos, 15 de superficie y sólo 59 (el 12%) discurría a través de arquería.

*El Arquitecto Leopoldo Fernández Font

es Académico Emérito de la Academia Nacional de Arquitectura.

Tapatío

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones