“¡A tambor batiente…!”Reto para los memoriosos: ¿cuánto tiempo hace que no había necesidad de desempolvar esa expresión para aplicarla a una victoria del Guadalajara…?*Con los descalabros de Tijuana ante Toronto y de los Tigres ante el Red Bull de Nueva York como antecedentes inmediatos, la inoperancia de las Chivas en el primer tiempo de su partido de anoche ante los Sounders de Seattle alimentó el temor de que por cuenta suya corriera un nuevo fiasco en la confrontación de los equipos mexicanos ante los rivales de la Major Soccer League que les tocaron en suerte dentro de la Liga de Campeones de la Concacaf.El dominio territorial, que con los dispositivos modernos puede medirse con absoluta precisión (65% de posesión de pelota para el Guadalajara, 35% para el rival), lejos de atenuar, acrecentaba la sospecha de que las huestes de Matías Almeyda —que llevaban en la alineación un hándicap significativo: la ausencia, por lesión, de Alan Pulido (su mejor atacante, nada menos)— rendirían tributo, por enésima vez, a la ineficiencia crónica de su delantera.Las fallas de López —dos—, Pereira y Godínez, en las situaciones propicias que en esa etapa se presentaron, pesaron en el balance del funcionamiento colectivo como sendas lozas. ¿De qué sirve la posesión de la pelota si sigue brillando por su ausencia la capacidad para la llamada “suerte suprema”…?*Felizmente para la causa rojiblanca, en el segundo tiempo apareció la otra cara de la moneda —la que se ha mantenido oculta en el Torneo de Apertura y en el actual Clausura en la competencia doméstica—… y, con ella, la victoria que significó el pase a la fase de Semifinales del certamen.Lo de menos es que en el gol de Alanís —tiro libre desde 25 metros— hubiera la colaboración de Frei, arquero de Seattle, al regalar el palo a su cargo por desequilibrarse hacia el de la barrera; o la desatención de la defensiva en pleno que, por adelantarse, facilitó el pase filtrado de Pizarro que López aprovechó para hacerle la faena al portero…Lo esencial es que la gente salió saboreando esa faena de López y el remate de fantasía con que Godínez cerró la cuenta, para propiciar que llegara por fin, para los devotos de la causa rojiblanca, una de cal… en correspondencia por tantas como ha habido de arena últimamente.
