A los “grandes hitos” de la más reciente jornada del Torneo de Apertura -la goleada del Atlas al América y los soberbios goles de los partidos Cruz Azul-Guadalajara y Puebla-Querétaro-, faltaría agregar el golazo con que el novato Christoper Trejo puso la cereza en el helado en la que va siendo, muy probablemente, la campanada por excelencia en lo que va del certamen…El gol del bisoño atacante rojinegro merece ser inscrito, ya desde ahora, entre los candidatos al premio, si lo hubiera, o al reconocimiento, al menos, al mejor gol de la temporada.Trejo -vale recordarlo- cortó, aún en su propio campo, un conato de salida de la defensiva americanista por el flanco derecho (o izquierdo del Atlas, si se prefiere). Dejó en el suelo a su adversario; activó el turbo y se lanzó resuelto hacia territorio rival; eludió a un indeciso central capitalino; mantuvo el ritmo irresistible de la galopada (algo notable, si se considera que el lance ocurrió cuando se jugaban siete minutos de tiempo añadido a los 90 reglamentarios); entró al área y metió el zurdazo cruzado al ángulo. Ochoa, que había llegado al Estadio Jalisco en calidad de “El Muchacho de la Película”, complementó el lance, para efectos coreográficos, con un vuelo vistoso, ciertamente… pero inútil. Por la potencia y la dirección que llevaba, el disparo, por definición, era imparable.“Suerte de novato”, dirán algunos, considerando que Christopher está por cumplir 20 años -en diciembre-; que debutó hace un año con los rojinegros, en el Clausura-2019; que -según la página oficial de la Liga MX- apenas vio acción en 47 minutos de cuatro partidos de Liga y 34 minutos en uno de Copa de esa temporada; que lleva 261 minutos en cinco partidos del actual Torneo de Apertura, más 118 minutos en dos de Copa de esta campaña.También habrá quien trate de demeritar el lance que le ha valido tantos elogios, considerando que el América enfrentó al Atlas, el viernes, con un cuadro parchado por las ausencias de cinco titulares. Habrá quien recomiende reservar “el incienso de la adulación, que acaba por tiznar al ídolo” -la frase es de Justo Sierra- para cuando Trejo deje de ser una promesa y pase a ser una realidad.En tanto, habrá que reconocer que “en la forma de agarrar el taco, se conoce al que es tragón”…
