En teoría, el compromiso que solventará el Guadalajara esta noche, como visitante del Cibao de la República Dominicana, en el marco de la Liga de Campeones de la Concacaf (rebautizada, probablemente en son de chunga, con el rimbombante nombre de “Concachampions”), será un paseo.Será un día de campo, considerando la abismal diferencia de jerarquías entre uno de los exponentes más representativos de un futbol como el mexicano, dueño de una larga historia como gallo en el gallinero del área geográfica de la Concacaf, y un equipo que hace sus primeras armas en una Liga de reciente creación, en un país en que la semilla del futbol apenas da sus primeros retoños.*Todo hace suponer, en efecto, que será un compromiso de mero trámite para los rayados, amplios favoritos para inclinar con relativa facilidad la balanza a su favor al cabo de los encuentros de ida y vuelta.Síntoma de la diferencia de jerarquías, por una parte, el detalle de que los dominicanos tomaron medidas para ampliar el aforo de su estadio para el partido de esta noche: de las cinco mil localidades habituales… a las 10 mil que estiman necesarias para satisfacer la demanda de los aficionados; por la otra, la sospecha de que en el partido de vuelta, en el estadio de las Chivas, difícilmente habrá 10 mil aficionados en las gradas.*Por lo demás, considerando que los rayados andan de capa caída y que se antoja ilusorio que puedan tener la recuperación que les dé el boleto para la Liguilla y les permita acariciar la esperanza de disputar el título del Torneo de Clausura en curso, pueden entenderse las declaraciones de Matías Almeyda en el sentido de que sería preferible dar prioridad al torneo de la Concacaf… aun al precio de dar por perdida, con todo y pena, la competencia doméstica.Justamente por la modestia jerarquía internacional de los equipos que participan en la “Concachampions” —nada que ver con los que varias veces enfrentaron los clubes mexicanos cuando lograron colarse a la Copa Libertadores—, el único relativo aliciente de ganarla significa conseguir un boleto para el Mundial de Clubes… aunque la mecánica del certamen condena a los equipos mexicanos —la historia lo demuestra— a desempeñar en el mismo el nada envidiable papel de carne para los leones.En cualquier caso, “peor es chile… y el agua lejos”.
