Es posible que, a estas alturas de la película, la tabla de posiciones del Torneo de Liga aún esté -parcialmente al menos- “patas p’arriba”; que equipos que normalmente deberían estar en los primeros lugares (“en zona de Liguilla”, dicen los entendidos), y muy probablemente estarán de regreso en ellos en la recta final del certamen, aparezcan bastante rezagados... y viceversa.Como decía la frase consabida, incluida a martillazos en los versos de Renato Leduc que Rubén Fuentes musicalizó y Marco Antonio Muñiz y José José -cada cual por su lado- convirtieron en canción (exitosa en su tiempo… aunque actualmente un tanto “demodée”): “Tiempo al tiempo…”.Por lo pronto, se repitió el portento de que, como si se hubieran puesto de acuerdo o como si trataran de demostrar que, en efecto, “querer es poder”, Atlas y Guadalajara -por orden de aparición, como en el teatro- ganaran sus respectivos compromisos; en ambos casos, con penalties incluidos… y con la ayuda del VAR para señalarlos.Sin la menor intención de aguarles la fiesta a quienes crean tener motivos -o simplemente deseos- de armarla, quizá sea pertinente, para reducir el riesgo de saltar de la euforia a los desencantos -¡como tantas veces ha ocurrido en la historia reciente!- dar su justa dimensión a las victorias que ahora se celebran…El Atlas ganó bien, ciertamente. Sin embargo -el inevitable “pelo en la sopa”- lo hizo ante un equipo en vías de implantar récord mundial en materia de jornadas sin victoria -lleva 30 en casi un año- y de reincidir como sotanero de la tabla general al final de la temporada, sin que quede claro si nuevamente conseguirá un incauto que desembolse otros 120 millones de pesos para dejar con un palmo de narices a la justicia deportiva y salvarlo nuevamente del descenso: un Veracruz que ganaba por 1-0 y aun estuvo a punto de acrecentar su ventaja…, lo que no sucedió porque Richards cobró un penalti de la peor manera.Ya se verá, en los próximos partidos -ante Cruz Azul, Pachuca, “Tigres”, América, Guadalajara, León, etc.- si, como pareció la otra noche, toda la Luna es de queso.El Guadalajara, por lo consiguiente. De la legitimidad y aun la nitidez de su victoria del sábado, no hay ninguna duda. De que el San Luis haya sido parámetro para proclamar que el “Campeonísimo” está de vuelta, quién sabe…
