Jueves, 28 de Marzo 2024

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* Para Ripley

Por: Jaime García Elías

* Para Ripley

* Para Ripley

De hecho, el titular obligado para la nota del día tendría que ser -entre signos de admiración, por supuesto- “¡…Aunque ni Ripley lo crea!”.

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Para los devotos de la estadística, no es para tanto. Sus argumentos: Italia, campeón mundial en 1938, estrenó su título en el Mundial de 1950 en Brasil perdiendo ante Suiza por 3-2; Argentina estrenó el título ganado en 1978 cayendo ante Bélgica por 1-0 en el Mundial de España-82, y repitió al estrenar el título de 1986 sucumbiendo ante Camerún, también por 1-0, en el de Italia-90; en 2002, Francia, campeón cuatro años atrás, perdió en Seúl ante Senegal por1-0; y España, campeón en 2010, cayó estruendosamente ante Holanda, por 5-1, al debutar en Brasil-2014.

Nada nuevo bajo el Sol, pues.  Algunos lo llaman “el síndrome de los campeones”; otros, “la maldición…”.

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Como quiera, la victoria conseguida ayer por México sobre Alemania, burló a la historia, burló a la lógica y burló a la generalidad de los pronósticos. Ya darán fe, las casas de apuestas, de cuántos salieron de pobres apostando sus ahorros a favor de la escuadra que parecía condenada a una derrota que se antojaba inevitable... y que muchos presentían, incluso, rotunda y humillante.

Como quiera, la victoria conseguida ayer por México sobre Alemania, burló a la historia, burló a la lógica y burló a los pronósticos

Cada partido tiene su historia. En el análisis del de ayer se impone consignar que México lo jugó por nota; como si cada jugador hubiera interpretado a la perfección la partitura confeccionada por Juan Carlos Osorio: la aplicación para reducir los espacios de maniobra a los germanos; la malicia para salir a velocidad y aprovechar los espacios que dejaría un rival desequilibrado a la ofensiva.

Prueba de la eficacia del trabajo defensivo, que fueron muy escasos los peligros contra el marco mexicano… hasta el punto de que Ochoa, esta vez, no tuvo necesidad de vestirse de héroe, como hace cuatro años ante Brasil. Pruebas de la eficacia del otro aspecto, los trazos y movimientos de Moreno, Herrera, “Chicharito” y Lozano en el gol con que se escribió la historia, y las tres claras oportunidades que Layún, dos veces, y “Chicharito” y Vela, una más, tuvieron en el segundo tiempo para dar a la victoria cifras que hubieran sido escandalosas.

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En lo que se ahonda en los comentarios, un apunte adicional: ¿cuántos de los que hace dos semanas gritaban “¡Fuera Osorio!” en el Estadio Azteca tuvieron la humildad de pedirle perdón ahora…?  
 

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