Se diría que “Mal de muchos…”, considerando que, como México, tampoco Alemania, España e Italia, por mencionar a tres grandes históricos del futbol mundial, dan muestras significativas de recuperación; se diría que “Mal de muchos…”, en efecto, si no se conociera el complemento del adagio: “…consuelo de tarugos”.*Hay, sí, el buen deseo de que mañana cambien las cosas; de que en el segundo de los dos partidos contra Argentina, pactados dentro de la Fecha FIFA, el “Tri”, mañana en Mendoza, cumpla un mejor desempeño y consiga el resultado decoroso que no se logró el viernes en Córdoba…Sin embargo, no es lo más probable. Aunque ya la del viernes -sin Messi y sin varias de sus primerísimas figuras- fue una “Argentina B”, y casi seguramente la de mañana será una “B retocada”, en el fondo es Argentina: una potencia del esférico, aun en tiempos de crisis (por algo se dice que “Más tiene el rico cuando empobrece que el pobre cuando enriquece”), y un país en que los talentos para el futbol, aun sin buscarlos, brotan debajo de las piedras.*Más allá de los resultados, conviene regresar a los propósitos del ciclo actual. Es una etapa de transición entre el Mundial de Rusia, con Juan Carlos Osorio como timonel, y la era que comenzará con la designación oficial de Gerardo Martino como nuevo técnico nacional, en enero, en la que había que dar oportunidad a los jugadores que relevarán a varios de sus colegas…En ese aspecto, los resultados van siendo desiguales. El balance, en lo general, empero, invita más al pesimismo que al optimismo. Por lo que se vio en los descalabros ante Uruguay, Estados Unidos, Chile y ahora Argentina, a varios aspirantes a desplazar a los Corona, Moreno, Layún, Guardado, “Chicharito”, Peralta y compañía, probados por “Tuca” Ferreti ante los sinodales señalados, aún les queda grande la camiseta de la Selección.El viernes, el desempeño del mismo fue el mismo que hubiera tenido cualquier oncena integrada por futbolistas profesionales para efectos de una “cascarita”: todos saben jugar; todos conocen y dominan los fundamentos técnicos del juego; todos son capaces de hacer circular el balón…; su incapacidad para competir, en cambio, con rivales más avezados, mejor provistos de conceptos tácticos, por elementales y aun por rudimentarios que parecieran, fue desoladora. Y nada permite esperar que, mañana, las cosas mejoren…
