Jueves, 28 de Marzo 2024

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* “Carro completo”

Por: Jaime García Elías

* “Carro completo”

* “Carro completo”

Ya peinan canas —si algo peinan…— los aficionados que vivieron los “Años de Vacas Gordas” del futbol de Jalisco: aquellos en que los equipos locales (que llegaron a ser cinco: más de la cuarta parte del elenco en pleno de la Primera División), con bastante frecuencia lograban el “carro completo”; es decir que conseguían victorias en todos los frentes.

Lo que en aquellos tiempos era la regla, en los presentes —de “Vacas Flacas”— es la excepción. De ahí que ahora que los dos representantes del terruño que quedan en el máximo circuito rindieron buenas cuentas —el Atlas, como local, ante el Puebla; el Guadalajara, como visitante, ante Lobos-BUAP—, para lo que hubo que esperar que el Torneo de Clausura llegara a la undécima jornada, se impone el corolario:

— ¡Muchos días de estos…!

*

Es probable que el triunfo de los rojinegros, combinado con la derrota del Veracruz en Morelia y la de Lobos ante las “Chivas”, sin haber decidido el tema del descenso, fuera un tanque de oxígeno para el Atlas y condenara a los “Escualos” y al equipo benjamín del circuito (los “licántropos”, les dicen los elegantes) a dirimir entre ellos ese peliagudo asunto.

Si las huestes de Rubén Omar Romano resuelven con cualquier resultado positivo su compromiso de la próxima jornada, como visitantes del Veracruz, es casi un hecho que podrán respirar a pleno pulmón. Conservar la ventaja de once puntos –o acrecentarla a 14, si los astros se alinean de conformidad con los buenos deseos— cuando sólo restarían 15 puntos por disputar en la recta final del certamen, sería como despertar de la pesadilla.

Si esa ventaja se redujera a ocho bonos, aún habría esperanzas para el Veracruz… aunque su agenda (con Tijuana, Guadalajara, León, Toluca y Cruz Azul como postreros rivales en el certamen) dista mucho de ser promisoria.

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La victoria del Guadalajara como visitante de los “Lobos”, produjo los efectos previsibles: más que euforia por el resultado, las consabidas “cuentas alegres de La Lechera” de la conseja, sobre las perspectivas de que los rojiblancos aprieten el paso… y la esperanza, por demás incierta, de que aflojen todos los equipos que actualmente los separan de la llamada “zona de calificación”.

Esa es la maldita realidad: que para sacar boleto para el verdadero campeonato, las perspectivas del Guadalajara dependen menos de sí mismo…  que de lo que otros dejen de hacer.

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