Cuando lo más importante de un partido es el resultado -hasta Perogrullo se apenaría de suscribir tamaña obviedad-, no hay como la victoria...Cuando el partido, en cambio, es parte de un proceso de preparación para compromisos de mayor envergadura, como fue el caso del que disputó ayer la Selección Mexicana ante su similar de Argelia en La Haya, el empate puede dejar mayores beneficios. * Para no dejar de analizar las principales circunstancias del encuentro, vale subrayar que, tras el preámbulo que fue el forcejeo de la primera media hora y los goles -uno de cada lado- de la etapa inicial, en la definitiva hubo dos facetas que incidieron en el desenlace de la historia: primero, la adversidad de que el adversario, aun con un hombre menos, supiera plantarse mejor en el campo y tomara ventaja (de 2-1) en el marcador; después, ya en los minutos finales, la calidad y el carácter de los mexicanos, que propiciaron los disparos de Jiménez y Sánchez que rebotaron en los palos.Aun a sabiendas de que las aproximaciones cuentan en la lotería, pero no en el deporte, el partido, así, desde la perspectiva del “Tri”, dejó un agradable sabor de boca. * Más allá del resultado -que a veces, como ayer, puede ocupar un lugar secundario en la escala de los intereses-, es probable que el empate ante Argelia haya dejado más beneficios que la victoria de la semana pasada sobre la representación de los Países Bajos...Menospreciado hasta el punto de que el técnico nacional holandés tuvo expresiones de contrariedad, el de la semana pasada pareció más un encuentro amistoso, de mero trámite, que un partido de preparación para los anfitriones. El de ayer, por contrapartida, fue disputado por los actuales campeones africanos -que militan, todos ellos, en equipos europeos..., algunos incluso de primer rango- con bravura; con el cuchillo entre los dientes, como suele decirse. * Las exigencias para los mexicanos, en esas circunstancias, esta vez fueron mayores. Al margen de la contrariedad inicial, de que los argelinos interrumpieran en un santiamén los festejos por el gol con que “Tecatito” Corona abrió el marcador, y de la adicional, de que tomaran ventaja cuando jugaban en inferioridad numérica, la aplicación, el orden y las pinceladas de buen futbol que mostraron los tricolores, son claros indicios de que el equipo del “Tata” Martino madura... y promete.
