La derrota del América -más que la victoria del Cruz Azul, porque, como dice la canción, “aunque parezca lo mismo no es igual”- fue, por motivos comprensibles, la nota dominante de la jornada futbolera…Son dos de los equipos más mediáticos de México. Pero el asunto se magnifica porque el América es el que suscita más sentimientos encontrados: dicen que compite con el Guadalajara por ver quién es el más amado… pero nadie le disputa el título de “el más odiado”. Y, por otra parte, aunque la expulsión de Roger Martínez pueda manejarse como atenuante (o como pretexto, al menos), no deja de sorprender que un equipo que acierta a dar la voltereta al marcador para tomar ventaja de 2-1, se desplome tan estrepitosamente… ni que el rival que estaba en la lona, se levante de manera tan retumbante.Hubo ahí, como en otros partidos, referencias de la crítica a las decisiones arbitrales y a la influencia del VAR en las mismas…La expulsión de Martínez, objetivamente analizada, fue justa: un codazo en el rostro del adversario, con intención o sin ella, se penaliza con tarjeta roja. Fue justa asimismo, en otro partido, la expulsión de Gaspar Íñiguez que parecía condenar al Veracruz a una derrota más, esta vez ante el León, sentencia a la que los “Escualos” bizarramente se rebelaron.Fue injusta, en cambio -aunque mientras el árbitro siga siendo la suprema autoridad sobre la cancha, lo que él ate en la tierra, atado quedará en los cielos-, la expulsión de Alexis Vega. Pero así como esa decisión arbitral dejó al Guadalajara disminuido en los últimos 20 minutos, en los que los “Pumas” le sacaron el empate, también hubo dudas sobre la supuesta falta que el silbante sancionó como penalti a su favor. Así pues, si una posible pifia arbitral encendió la ilusión de una victoria de las “Chivas”, otra se las apagó.En Tijuana sucedió algo parecido: el árbitro se apoyó en el VAR para señalar el penalti con que los “Xolos” empataron transitoriamente el marcador… Y después los dejó con ocho jugadores, y el escenario dispuesto para que la historia se escribiera con un empate agónico: “A lo Atlas”, pues.Colofón: Para que se vea si no es verdad que el futbol es el juego más parecido que hay a la Rueda de la Fortuna.
