A ver: si, al tomar posesión de su cargo, el Presidente de la República “protesta” “cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanan”, ¿qué necesidad hay de preguntar a los ciudadanos si deben llevarse a cabo “las acciones pertinentes” para “garantizar la justicia y los derechos de las probables víctimas” de “decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos” entonces en ejercicio…?Pedir a los ciudadanos que participen en la consulta programada para el próximo primero de agosto y anticipar que él “no votará” en ella, recuerda a Poncio Pilatos en el proceso de Jesús el nazareno. Si no ve culpa en el reo, dejar a criterio de la turba la decisión de crucificarlo, y a continuación lavarse las manos, es una actitud comodina. Pusilánime. Cobarde.-II-Por más que se diga “partidario del punto final y continuar hacia adelante con todo y de que hubo abusos en el pasado” por parte de sus antecesores, el émulo del tristemente célebre prefecto de Judea (“símbolo tradicional de la vileza y de la sumisión a los bajos intereses de la política”, según el escritor español Antonio Pérez-Rioja) plantea a los potenciales participantes en la proyectada consulta una disyuntiva chapucera: si contestan que no, avalan tácitamente la impunidad de probables autores de conductas delictivas; si contestan que sí, dan luz verde a posibles procesos judiciales contra los blancos de sus fobias más rabiosas y recurrentes, y sus adversarios por antonomasia: “los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto”, expresamente citados en el texto original de la pregunta posteriormente edulcorada, descafeinada y suavizada por el pleno de la Suprema Corte.-III-En el fondo, el asunto es muy simple: si cualquiera de los ex presidentes o todos ellos incurrieron en conductas que puedan tipificarse como delitos y aún no hayan prescrito como tales (más allá de que sus “decisiones políticas” dejaron un país empobrecido, endeudado, cargado de rezagos y, por ende, difícil de gobernar -aun para alguien mejor dotado que él para hacerlo-), quien tiene conocimiento de ellos está obligado, de conformidad con las leyes, a presentar ante las autoridades las denuncias correspondientes… sin molestarse en organizar y promover consultas (costosas, innecesarias y ociosas en el fondo), ni zarandajas -para decirlo amablemente- semejantes.Cumpla y haga cumplir la ley, como “protestó” solemnemente el primero de diciembre de 2018 que lo haría. Punto.jagelias@gmail.com
