Cada Año Nuevo trae consigo rituales, símbolos y elecciones cargadas de intención. La ropa que usamos, los colores que nos rodean y hasta la decoración de la mesa suelen responder a un deseo común: empezar el ciclo con buena energía.Para recibir el 2026, la tendencia da un giro inesperado y deja en segundo plano a los clásicos blanco y negro. El protagonista esta vez es el dorado, un tono históricamente vinculado con la abundancia, el éxito y los nuevos comienzos.Durante años, el blanco se asoció con la pureza y los nuevos comienzos, mientras que el negro se mantuvo como sinónimo de elegancia y sobriedad. Sin embargo, para el 2026, el foco cambia hacia un mensaje más concreto: estabilidad, logros y expansión material.Desde la cromoterapia y el Feng Shui, el dorado representa el dinero, el poder personal y la abundancia. Su energía está ligada al elemento metal, relacionado con la claridad mental, las decisiones acertadas y la prosperidad. Además, es un color que comunica celebración, reconocimiento y metas cumplidas, sin perder sofisticación.La elección del dorado no es casual. En un contexto donde muchas personas buscan arrancar el año con mayor enfoque en el trabajo, los proyectos personales y la estabilidad financiera, este tono funciona como un imán simbólico para atraer oportunidades.En moda, el dorado se consolidó como un aliado capaz de elevar cualquier look sin necesidad de excesos: aparece en telas satinadas, efectos metalizados y pequeños detalles que aportan luz y carácter. En decoración, suma calidez y sensación de abundancia incluso en espacios reducidos, convirtiéndose en un recurso clave para las celebraciones.Quienes eligen este color para recibir el año nuevo lo hacen con una intención clara. Entre los significados que se le atribuyen destacan:Incorporar este color al vestuario también es sencillo y versátil. Puede aparecer en vestidos o tops con brillo sutil, en accesorios protagonistas como sandalias o carteras, en joyería en tonos oro o champagne, o incluso en el maquillaje, a través de iluminadores y sombras cálidas.Elegir dorado para recibir el Año Nuevo 2026 es una declaración simbólica de intención: abrir el año con la mirada puesta en la prosperidad, el crecimiento y las oportunidades. Un brillo que no busca llamar la atención, busca marcar el comienzo de un ciclo más estable y abundante desde el primer minuto.TG