Durante años, dormir bien se ha asociado con sentirse descansado y de buen humor, pero la ciencia ha ido más allá: hoy existe evidencia sólida de que dormir lo suficiente no solo mejora la calidad de vida, sino que también puede alargarla. Lejos de ser un lujo, el sueño es una necesidad biológica clave para la salud y la longevidad.Mientras dormimos, el organismo entra en un estado de reparación profunda. Durante las fases más profundas del sueño se regeneran tejidos, se fortalecen los músculos y se liberan hormonas esenciales, como la hormona del crecimiento. Además, el sistema inmunológico se refuerza, ayudando al cuerpo a defenderse mejor de infecciones y enfermedades crónicas.Dormir poco de manera constante interrumpe estos procesos, lo que con el tiempo puede acelerar el envejecimiento celular y aumentar el desgaste del organismo.Dormir poco y el riesgo de enfermedades Diversos estudios científicos han encontrado que las personas que duermen menos de seis horas por noche tienen mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad y presión arterial alta. Estas condiciones no solo afectan la calidad de vida, sino que también están estrechamente relacionadas con una menor esperanza de vida.El sueño insuficiente también altera el equilibrio hormonal, elevando los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que favorece la inflamación crónica, un factor clave en el desarrollo de muchas enfermedades. El descanso adecuado es vital para la salud cerebral. Durante el sueño, el cerebro elimina toxinas que se acumulan durante el día, incluyendo proteínas relacionadas con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Dormir poco impide esta “limpieza nocturna”, lo que puede acelerar el deterioro cognitivo con el paso de los años.Además, las personas que duermen bien tienden a tener mejor memoria, mayor concentración y menor riesgo de depresión y ansiedad, factores que influyen indirectamente en una vida más larga y saludable.La mayoría de los expertos coinciden en que los adultos necesitan entre 7 y 9 horas de sueño por noche. Dormir dentro de este rango se ha asociado con una menor mortalidad en comparación con quienes duermen menos de seis horas de forma habitual. Dormir más no significa dormir en exceso, sino darle al cuerpo el tiempo que necesita para recuperarse por completo.Con información de The Lancet, Sleep y Journal of the American Heart AssociationBB