Es común observar a personas que, al sentarse, no dejan de mover una pierna de manera constante. Aunque puede parecer solo una costumbre nerviosa o un gesto sin importancia, este tipo de movimiento tiene múltiples explicaciones desde la psicología y la medicina. De hecho, podría ser un reflejo del estado emocional o incluso un signo de una condición médica subyacente.Cuando alguien sacude la pierna sin parar mientras permanece sentado, suele hacerlo de forma involuntaria. Este tipo de conducta se relaciona con momentos de ansiedad o tensión emocional, pero también puede estar vinculada a otras causas, como hábitos adquiridos o trastornos neurológicos.En inglés, esta acción recibe el nombre de fidgeting, que se refiere a esos movimientos nerviosos o inquietos que muchas veces ocurren sin que la persona lo note. Las razones pueden ser diversas:1. Una vía para liberar tensiónUno de los motivos más comunes es que mover la pierna actúa como una válvula de escape para el estrés acumulado. Sin darnos cuenta, el cuerpo busca formas de canalizar la ansiedad a través del movimiento físico.2. Hábito repetitivo o tic nerviosoEn otras ocasiones, este gesto se convierte en una respuesta automática al aburrimiento o la falta de estímulos. Con el tiempo, se consolida como un hábito difícil de eliminar.3. Síndrome de Piernas Inquietas (SPI)Desde el punto de vista médico, este movimiento puede estar relacionado con el SPI, un trastorno que provoca una sensación molesta o de incomodidad en las piernas, lo que genera la necesidad constante de moverlas, especialmente durante el reposo.4. Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)En personas con TDAH, es frecuente observar movimientos repetitivos como una forma de manejar la energía excesiva o mejorar la concentración durante tareas que requieren estar sentados mucho tiempo.5. Problemas de circulaciónPermanecer mucho tiempo en una misma posición puede causar adormecimiento en las extremidades. Mover las piernas ayuda a mantener activa la circulación sanguínea, lo que también puede explicar este comportamiento.Aunque en la mayoría de los casos no representa un riesgo grave, si el movimiento de las piernas se vuelve persistente al punto de interferir con el sueño, las actividades diarias o causa incomodidad, lo mejor es acudir a un profesional para una evaluación completa. Por su parte, la psicología ha observado ciertos patrones de personalidad en quienes tienden a mover la pierna con frecuencia:Con información de Sumédico.*Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp. AO