En los últimos años, han circulado diversos rumores y videos virales en redes sociales sobre “quesos de plástico” que no se derriten, no huelen a lácteos y parecen más un juguete que un alimento. Aunque muchas veces se trata de desinformación, es cierto que algunos productos ultra procesados contienen tantos aditivos que apenas se parecen al queso real. Entonces, ¿cómo podemos saber si lo que estamos comprando es queso auténtico o una imitación sospechosa? Aquí te compartimos 3 métodos sencillos para comprobarlo en casa.Uno de los métodos más conocidos y fáciles de aplicar es la prueba del fuego. Toma un trozo del queso y colócalo sobre una sartén caliente sin aceite, o acércalo cuidadosamente a una llama (como un encendedor).El segundo método no requiere fuego, solo tus ojos y un poco de atención.La experiencia sensorial también nos da pistas importantes:BB