Los chicles son ese "gran aliado" en contra del mal aliento, considerados además -erróneamente- beneficiosos para la buena digestión. Al formar parte de nuestra rutina diaria llegamos a olvidar (o ignorar) que al igual que cualqer otro tipo de caramelo, sus altos niveles de glucosa los convierten en una golosina que deberíamos dejar fuera de la dieta por lo menos cuando se está en busca de mejorar la calidad de vida y la alimentación. Aunque actualmente existen en el mercado diversidad de opciones sin azúcar y reducidas en calorías, el acto de masticar chicle es perjudicial para la salud.El acto de masticar chicle provoca inflamación, envía señales equivocadas al organismo (como si se estuviera preparando para digerir, cuando no lo harás). Además implica ingerir químicos, y de paso, perder enzimas y saliva. Aspectos a tomar en cuenta cuando se está en busca de llevar un estilo de vida saludable. CC
