En una época en que la inclusión y valía de diversas minorías buscan hacer eco en los demás rumbo a la comprensión y respeto, hay una voz que, a pesar de silenciosa, es muy poderosa, la de las personas introvertidas, y que cada 2 de enero celebran el “World Introvert Day” desde las redes sociales.Surgida en 2011, la iniciativa World Introvert Day busca reafirmar el poder creativo y resiliente de los introvertidos a nivel global con el objetivo de generar conciencia sobre sus talentos, a la vez que busca combatir los prejuicios e ideas preconcebidas en torno a los tipos de personalidad introvertida existentes. Esta efeméride no oficial fue propuesta por la psicóloga y autora Felicitas Heyne.¿Por qué el 2 de enero?Nada resulta tan extenuante para los introvertidos como las reuniones familiares durante las festividades de fin de año, así que para Heyne estuvo muy claro definir el día en que estas personas merecían tomarse un descanso de la demandante agenda social propia de la Navidad:“Exactamente en el día en que los introvertidos del mundo probablemente respiran profundamente, el día en que el horror del maratón de la temporada que empieza en Navidad y dura hasta el Año Nuevo queda detrás de ellos, cuando los familiares fastidiosos se han ido y nadie los molesta con la pregunta “¿Cuáles son tus planes para el Año Nuevo?” y se ofenden cuando les responden “Nada especial, ¿por qué?”. ¿Podría existir una fecha mejor para esto?”Es así que el 2 de enero se convirtió en una fecha clave para las personas que desde el silencio transforman radicalmente sus entornos, sean de amistad, trabajo, escolar o de innovación.La revolución será silenciosaNo obstante la iniciativa de esta autora, los introvertidos alrededor del mundo han encontrado el refugio ideal para explorar a profundidad sus emociones y comprender que no hay nada malo con su personalidad gracias al camino que la abogada y autora Susan Cain ha trazado con la publicación de sus libros, incluido el bestseller “Silencio: el poder de los introvertidos en un mundo que no para de hablar”.En este título, Cain documenta la necesidad de aprender a escuchar, observar y sobre todo, valorar las ideas y opiniones de este grupo de personas “silenciosas”, que pueden convertirse en un gran aliado de sus círculos si les permite brillar en la luz idónea, en vez de forzarlos a convertirse en seres sociables que anteponen su autenticidad por un bien colectivo y no su bienestar mental.“Al menos una tercera parte de las personas que conocemos son introvertidas. Son las que prefieren escuchar que hablar, leer que ir a una fiesta; quienes innovan y crean pero a quienes no les gusta promocionarse; quienes se benefician de trabajar a solas y no en equipo”, estima la autora.Fue precisamente la publicación de este libro lo que encendió la mecha de lo que actualmente es la iniciativa “The Quiet Revolution”, encaminada a la detección e impulso del talento en los centros de trabajo y comunidades en la que los introvertidos se desarrollan.