El romance entre The Rasmus y Guadalajara volvió a encenderse este miércoles por la noche, cuando la banda finlandesa regresó a la ciudad para cerrar la etapa más reciente de su tour mundial Weirdo. Dos décadas después de aquellos conciertos en espacios como la carpa de la Expo Guadalajara, el C3 Stage o el Teatro Estudio Cavaret, el grupo aterrizó en el Auditorio Telmex ante miles de seguidores que han acompañado su historia durante treinta años.Poco después de las 21:00 horas, Lauri Ylönen, Eero Heinonen, Aki Hakala y Emppu Suhonen aparecieron entre un escenario cargado de luces tenues y un espeso humo que parecía devorar todo a su paso. Por momentos, los músicos apenas se distinguían, un efecto deliberado para preservar la atmósfera oscura y melancólica que distingue su sonido. La primera ola de energía llegó con Rest in Pieces, Guilty, No Fear, Time to Burn y Justify, suficientes para desatar un grito unánime que retumbó en el recinto.Entre una de estas canciones emergió Lauri, visiblemente conmovido. Vestía una camiseta sin mangas de Metallica, pantalones anchos y un gorro negro que acentuaba su estética gótica. Tomó el micrófono y lanzó un agradecimiento que hizo vibrar al público. “Gracias, chicos. Los extrañamos. Son increíbles”. Fue uno de los primeros momentos de cercanía que marcaron la noche.El concierto avanzó con un medley enérgico que reunió Bullet, Still Standing, Shot y Break These Chains, seguido de una segunda intervención del vocalista, quien compartió el sentir del grupo tras meses en carretera. “Ha sido un tour increíble y no podíamos esperar presentarnos en México”. La ovación fue inmediata.El ambiente se volvió más íntimo con Immortal y October & April, pieza que permitió apreciar la voz de la guitarrista Emilia “Emppu” Suhonen, quien se integró al grupo hace apenas tres años. Bajo un mar de luces de celulares, la interpretación se convirtió en uno de los momentos más emotivos del concierto.La energía regresó con First Day of My Life, Creatures of Chaos, Not Like the Other Girls y F-F-F-Falling. Después, Lauri reforzó el vínculo con la audiencia. “Tenemos muchos recuerdos de México y todos son grandiosos”. No fue el único en hacerlo; el bajista Eero Heinonen tomó el micrófono para preguntar: “¿Se la están pasando bien? Hemos venido muchas veces y siempre la hemos pasado muy bien. Gracias por todo el apoyo que siempre nos han dado aquí en Guadalajara”.La recta final trajo Banksy y Livin’ in a World Without You, antes de desatar la euforia colectiva con dos de sus éxitos más importantes: In My Life y la infaltable In the Shadows, tema que impulsó a la banda a la fama mundial y que hizo que incluso quienes estaban en butacas se pusieran de pie para brincar y corear sin reservas.Para cerrar, The Rasmus ofreció Weirdo, Sail Away y Love Is a Bitch, una despedida que selló una vez más el vínculo emocional entre la agrupación y Guadalajara. La banda cerrará su gira en tierras aztecas con un concierto el viernes en Monterrey y el sábado en CDMX. YC