Una historia íntima y compleja sobre el creador de “El Chavo del 8” y “El Chapulín Colorado” llegó a plataformas recientemente bajo el título “Chespirito, sin querer queriendo”. La producción, que se presenta como una biografía ficcionada, muestra la vida personal, los conflictos, la creatividad y el legado de Roberto Gómez Bolaños, una figura central en la televisión latinoamericana durante más de cuatro décadas.La serie, compuesta por ocho episodios, no cuenta con la aprobación de su viuda, Florinda Meza. Esto ha derivado en una representación indirecta de su personaje: aunque la figura de “Doña Florinda” sí aparece, el nombre de la actriz que la interpreta ha sido cambiado y no se han revelado públicamente detalles sobre la negociación con Meza.Parte del elenco compartió sus impresiones con EL INFORMADOR; hablaron sobre el reto de encarnar a personalidades tan queridas y reconocibles para el público de toda América Latina.Cabe señalar que miembros del elenco se darán cita hoy en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), donde ofrecerán una charla y proyección del proyecto.Pablo Cruz, quien da vida a Roberto Gómez Bolaños, definió la experiencia como un viaje emocional y profundamente exigente: “Fue emocionante, fue divertido, ha sido un viajezote… Me siento muy afortunado de ser parte de un proyecto así”, expresó.Arturo Barba, encargado de dar vida a Rubén Aguirre, mejor conocido como el “Profesor Jirafales”, destacó la responsabilidad de encarnar a un personaje con un lugar tan arraigado en la cultura popular: “Me siento honrado… personajes que son absolutamente entrañables y que fueron amados durante muchísimo tiempo… leer su autobiografía fue volver a encontrar a este ser humano entrañable. No hay casualidades en cómo se dio el fenómeno de Chespirito”.Andrea Noli, en el papel de Angelines Fernández (“Doña Clotilde”), compartió que desde el inicio del casting conectó profundamente con el personaje. “Yo siempre fui fan de la ‘Bruja del 71’… se me hacía una mujer incomprendida… entrar en su mundo fue revivir mi niñez y entender la responsabilidad de interpretar a un personaje que nos conecta con esa etapa”.Por su parte, Miguel Islas, quien interpreta a “Don Ramón”, subrayó el compromiso colectivo del elenco. “Jamás vi a nadie relajado… fue un nivel de profesionalismo muy alto. Este proyecto tiene alma, tiene corazón. Ya es un éxito el simple hecho de haberlo hecho”.En el caso de Paola Montes de Oca, encargada de personificar a María Antonieta de las Nieves (“La Chilindrina”), la preparación fue extensa y meticulosa: “Vi muchísimos videos, entrevistas hasta el cansancio… tuve la fortuna de conocerla y platicar con ella horas. Me daba mucho miedo no hacerlo bien, pero después me relajé y respeto profundamente este personaje”.Uno de los testimonios más detallados fue el de Juan Lencada, quien interpreta a Marcos Barragán, el personaje basado en Carlos Villagrán (“Quico”). Aunque no pudo hablar directamente con Villagrán, se documentó intensamente: “Vi entrevistas, segmentos de programas, caricaturas… me inspiré en Mortimer Mouse, de 1936. Es un personaje con mucha fisicalidad. Hay una dualidad entre ‘Qico’ y Marcos, y traté de llenar esa brecha”.Agregó que su proceso actoral fue profundo. “Un maestro decía que los actores somos como detectives… traté de absorber todo para encarnar esta dualidad… pedirle a la gente que vea la serie sin prejuicios, que ponga su mente en blanco y se deje llevar por esta historia llena de amor, de ternura y de nostalgia”. Para Roberto Gómez Fernández, hijo de Chespirito y productor de la serie, el proyecto es el más importante de su carrera. “Fue todo un viaje… en nuestras manos estaba no solamente generar un producto de contenido, sino la vida de mi padre. Pensamos la idea hace tal vez seis años. Queríamos que la gente pudiera conocer una ventana del verdadero Roberto Gómez Bolaños… desde niño, como nieto, hijo, esposo, padre, hasta abuelo”.Fernández también habló del proceso de distanciarse emocionalmente para poder escribir el guion con objetividad: “Cuando hablaba con mi hermana Paulina o con Rodrigo, el director, tenía que decir: ‘Entra Roberto, no entra mi papá’. Si no, habría un cortocircuito rarísimo”. En cuanto al reto de evitar romantizar la figura del comediante, el director Rodrigo Santos explicó que fue una decisión clara desde el principio. “La familia ya tenía claro que no es una vida de un santo. Roberto tenía sombras. No verán una serie que glorifique a una persona que no fue. Pero también era difícil no romantizar su legado… hay rumores que existieron durante su vida que están en la serie, siempre y cuando sirvan para contar la historia, no para distraer”.Santos detalló que el corazón de la serie está en mostrar “cómo se metió en la cabeza de este hombre para inventar un legado que marcó a generaciones”. CT