Lograr la recuperación económica del país tras la recesión provocada por la pandemia del COVID-19 y modificar el sistema fiscal para cobrar más impuestos a los ricos, serán los retos de Joe Biden, el futuro presidente de Estados Unidos (EU). El candidato demócrata de 77 años se enfrentará a una economía en crisis con millones de personas sin empleo. Durante su campaña prometió aumentar el salario mínimo, cambiar el sistema fiscal, invertir masivamente en las infraestructuras y reducir las emisiones de bióxido de carbono del país.Sin embargo, primero deberá controlar la pandemia y negociar con un Congreso dividido: la Cámara de Representantes tiene mayoría demócrata, pero el Senado lo dominan los republicanos, quienes podrían oponerse a cualquier propuesta de la nueva administración federal. El exvicepresidente durante el mandato de Barack Obama deberá buscar un nuevo plan de ayudas para mitigar el impacto de la crisis por el COVID-19. Los 2.2 billones de dólares aprobados en marzo amortiguaron el impacto de forma momentánea, pero esos apoyos expiraron a finales de julio y el Congreso no se ha puesto de acuerdo para extenderlos. El demócrata se encargará probablemente de la fiscalidad tras llegar a un acuerdo para ampliar las ayudas antes mencionadas. En 2017, Donald Trump redujo drásticamente los impuestos de las empresas y de los ricos, pero de acuerdo a una previsión de Mark Duggan, director del Instituto de Investigación sobre Políticas Económicas de Stanford, Biden aumentará los gravámenes de las grandes compañías y de las personas que cobren más de 400 mil dólares anuales.
