Actualmente, en México, la jornada laboral es de 48 horas, pero pronto esto podría modificarse gracias a una iniciativa legislativa para reducirla a 40 horas por dos días de descanso. Pero sus afectos, dicen muchos, no serán inmediatos y los beneficios se verían a largo plazo. ¿Cuáles son?El pasado 1 de mayo, durante el Día del Trabajo, la Presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario del Trabajo, Marath Bolaños, anunciaron oficialmente el inicio de las negociaciones para implementar una reforma histórica: la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales.Esta medida, que responde a años de demandas por parte de sindicatos y expertos, busca alinear a México con estándares internacionales y mejorar las condiciones de vida de millones de personas trabajadoras.Aunque todavía no hay una fecha definida para su entrada en vigor, el proceso se plantea como gradual y consensuado. Se trata de un cambio que impactará no solo a las empresas, sino también al mercado laboral en su conjunto, por lo que el gobierno ha optado por un enfoque de diálogo social para diseñar la transición.La reducción de la jornada no solo trae beneficios individuales, sino también sociales. Al contar con más tiempo para la vida personal, las personas podrían fortalecer sus relaciones familiares, participar más en la comunidad y dedicarse a actividades voluntarias o creativas. Esto podría tener un efecto positivo en la cohesión social y en la percepción general de bienestar.Cabe mencionar que el cambio no será inmediato ni uniforme. Las pequeñas y medianas empresas enfrentarán retos particulares para adaptarse, y por eso el proceso diseñado por el gobierno contempla mecanismos de acompañamiento y evaluación.La inteligencia artificial también advierte que la reducción de horas debe ir acompañada de políticas complementarias, como la mejora en los salarios y la capacitación laboral, para evitar que se convierta en un simple recorte de horas sin beneficios reales para los trabajadores.Con esta reforma, México busca alinearse con las tendencias globales. Países como Francia, Alemania, Holanda y Noruega ya cuentan con jornadas laborales reducidas que han demostrado ser efectivas para combinar desarrollo económico y bienestar social. Para México, dar este paso significa reconocer que la calidad del trabajo no depende solo de la cantidad de horas trabajadas, sino de cómo se organizan y distribuyen esas horas.El reto ahora será implementar estos cambios de forma ordenada, cuidando tanto a los trabajadores como a las empresas, y asegurando que los beneficios proyectados se traduzcan en una mejora real y sostenible en la vida cotidiana de millones de personas.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *OA