Viernes, 26 de Abril 2024

Natación en agua helada, de moda entre jóvenes rusas

Integrantes de un club de nadadoras están convencidas de que es bueno para la salud y una larga vida

Por: AFP

Una integrante del club de las

Una integrante del club de las "Morsas de la Capital" nada en un estanque cavado en la capa de hielo del río Moscova, en Moscú. AFP/K. Kurdyavtsev

Osman Delibash, de 26 años, se ejercita tras nadar en las aguas heladas del río. AFP/K. Kurdyavtsev

Osman Delibash, de 26 años, se ejercita tras nadar en las aguas heladas del río. AFP/K. Kurdyavtsev

Natalya Seraya, fundadora del club, se lanza a nadar. AFP/K. Kurdyavtsev

Natalya Seraya, fundadora del club, se lanza a nadar. AFP/K. Kurdyavtsev

Viktoria Tsuranova se zambulle en un estanque abierto en la espesa capa de hielo que cubre el río, da unas brazadas y sonríe mirando a la cámara que inmortaliza el momento para su cuenta en Instagram. 

Junto con los miembros de su club de las afueras de Moscú, esta bloguera pertenece a una nueva generación de "morsas", las rusas aficionadas a bañarse durante el invierno en aguas que a veces no superan los 4° centígrados.

Hace décadas era una práctica asociada a una imagen viril de hombre fuerte y de cierta edad. Ahora los jóvenes, como Viktoria Tsuranova, se apuntan a esta tradición, que están convirtiendo en una actividad de moda al aire libre. Están convencidos de que es buena para la salud; los médicos no lo tienen tan claro.

"Un modo de vida deportivo, está de moda", asegura Nikolai, otro miembro del club "Morsas de la Capital", mientras bebe una infusión de escaramujo con miel. Acaba de zambullirse en un estanque en forma de L cavado en la capa de hielo del río Moscova, con temperatura relativamente agradables, de -2° centígrados.

Tsuranova, una bloguera especializada en gimnasia, sube una foto y un video de la sesión de natación en aguas heladas para los más de 100 mil seguidores de su cuenta de Instagram.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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"Me interesa todo lo que es extremo, el hecho de probar las cosas por mí misma", declara temblando bajo el abrigo de pieles que vistió nada más salir del agua.

Dice que nunca se enferma en invierno gracias a esta práctica. "También es un excelente medio de impedir la aparición de grasa y celulitis", asegura.

La Federación Rusa de Natación de Invierno, con sede en Siberia, lo matiza: nadar en agua helada es bueno para las articulaciones y para la piel, pero poco recomendable para los enfermos del corazón o con problemas respiratorios.

Según un estudio realizado por científicos de Siberia en 2015, después de diez años de práctica, se vuelve peligroso para la salud.

Depuración y euforia

Esta actividad, practicada en los países nórdicos y en China, es popular en Rusia, donde se cree que bañarse en agua muy fría fortifica al cuerpo.

Millones de cristianos ortodoxos rusos se zambullen en agua helada cada año con motivo de la Epifanía, el 19 de enero.

La nadadora Osman Delibach. AFP/K. Kurdyavtsev

El club de las "Morsas de la Capital" dispone de un equipamiento escaso (una cabaña con pequeños vestuarios calentados con estufas) lo que no impide a sus miembros participar en competiciones internacionales.

La estrella del club moscovita es Osman Delibach, de 26 años. Ganó varias medallas por haber nadado distancias de hasta un kilómetro con temperaturas exteriores bajo cero.

Hace poco tiempo grabó un video en el que se queda sentada durante una hora (...) en una charca helada de su jardín. Una asociación rusa reconoció la hazaña como el récord para una mujer en estas condiciones.

Delibach, que ayuda a soldados a familiarizarse con temperaturas extremas, se pasea por la nieve sin albornoz y con las piernas al aire. "El agua es mi elemento, sobre todo la helada", afirma.

Natalya Seraya, fundadora de "las morsas". AFP/K. Kurdyavtsev

Su entrenadora, la fundadora del club Natalia Seraya, distribuye certificados a un grupo de nuevas "morsas" reunidas en la cabaña. "Nada reforzará tanto su inmunidad como el agua helada", asegura. "Es un camino que lleva a la buena salud y a muchos años de vida activa".

Por el momento sus alumnos se quedan con los beneficios psicológicos de esta experiencia. Tras su primer baño, Tatiana Batalova se siente "purificada".

Natalia Seraya, asiente. "Sientes calor, estás contenta (...) se le podría llamar euforia".
IM

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