Ignacio Díaz Morales es sin duda uno de los arquitectos emblemáticos de Guadalajara. A 25 años de su fallecimiento, Casa ITESO Clavigero recuerda algunos de los proyectos más importantes de este genio de la construcción a través de la exposición “La intimidad y lo sagrado en la arquitectura de Ignacio Díaz Morales”.Este montaje, que se inaugura hoy, ofrece al espectador un recorrido visual y concreto sobre siete proyectos arquitectónicos en los que Díaz Morales intervino y edificaciones que en su momento fueron insignia de innovación y ahora sólo quedan en la memoria de la época y en los archivos que Díaz Morales (1905-1992) conservó para atestiguar su existencia en planos, fotografías y documentos.Con 120 documentos, entre los que destacan 70 planos, la exposición recuerda a la llamada Casa Sauza (demolida), Casa Trinidad Ochoa (demolida), Casa Pedro Martínez Rivas (demolida), Casa David Alarcón Menchaca (conservada), Templo Expiatorio (conservado), Templo de Nuestra Señora de la Paz (conservado) y la Capilla Veracruz de Chapalita (conservada).Esta exposición es posible gracias al archivo profesional que el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores (ITESO) adquirió de la familia del arquitecto —como ya se había hecho con el archivo de Julio de la Peña— y que ahora está en proceso de clasificación en la biblioteca de la universidad jesuita.Lourdes Jaime, coordinadora de biblioteca de la Dirección de Información Académica del ITESO, explicó que este archivo de Ignacio Díaz Morales se integra por una biblioteca de cuatro mil volúmenes con temáticas de arquitectura, urbanismo, arte, literatura y religión, así como una planoteca de al menos 16 mil planos y 230 mil unidades documentales que el arquitecto realizó a lo largo de su carrera profesional; estos se plantean llevar a digitalización más adelante para brindar mayores posibilidades de consulta a quien lo requiera.Entre los trabajos icónicos del arquitecto Ignacio Díaz Morales destacan aquellas obras de conservación en el Templo Expiatorio, la fachada de la Catedral, la cúpula del Hospicio Cabañas, así como el desarrollo de obra urbana como la Cruz de Armas, Paseo del Hospicio (para unir al Teatro Degollado y al entonces Hospicio Cabañas), entre otros proyectos; también organizó el llamado Plano Regulador de Guadalajara, con el que se pretendía ordenar y controlar el crecimiento de la ciudad.