Viernes, 19 de Abril 2024

Los hallazgos arqueológicos del INAH durante 2018

Concluye un año donde la gigantesca riqueza cultural y el pasado de nuestro país dieron mucho de qué hablar

Por: El Informador

La Zona Arqueológica del Cerro del Teúl se inauguró en octubre. ESPECIAL/INAH

La Zona Arqueológica del Cerro del Teúl se inauguró en octubre. ESPECIAL/INAH

Los investigadores del Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH) registraron una gama de descubrimientos arqueológicos en México durante este 2018. Además, abrió tres recintos dedicados a diversos patrimonios: rupestre, en Arroyo Seco, Guanajuato; arqueológico, en Cerro del Teúl, Zacatecas; y paleontológico, en Rincón Colorado, Coahuila.

Prueba de mayas en Teotihuacán

Gracias al descubrimiento de una tapa de un vaso con escena esgafriada  en la que destacan personajes mayas portando tocados de cola de lobo, símbolo teotihuacano de estatus, se refuerza la hipótesis de la alianza entre ambos grupos hacia 350 d.C., cuando dominaban el horizonte mesoamericano.

Las evidencias se localizaron en la Plaza de las Columnas, situada entre la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna, y al Oeste de la Calzada de los Muertos, en Teotihuacán.

Cerro del Teúl

La Zona Arqueológica del Cerro del Teúl se inauguró en octubre. Esta ciudad prehispánica, construida sobre la elevación que da nombre al municipio de Teúl de González Ortega, tuvo su auge entre los años 900 y 1300 d.C., época de cambios estructurales en Mesoamérica que inició con la caída de Teotihuacan hacia el 600 d.C., y favoreció el establecimiento de urbes más densas en regiones como la actual Zacatecas.

Brasero de cerámica decorado

En la Exhacienda de Xico, en el municipio mexiquense de Valle de Chalco Solidaridad, se encontró un vasto yacimiento compuesto por arquitectura, restos óseos y objetos cerámicos, relacionados mayormente con la cultura teotihuacana y de antigüedades tan remotas como el año 250 de nuestra era. En agosto se localizó este brasero tipo teatro que mide 50 cm de alto por 40 cm de ancho y muestra a un personaje central custodiado por un par de representaciones de Tláloc, dios de la lluvia, así como por otras alusiones a la fertilidad.

Restos óseos de un niño

En la Zona Arqueológica del Templo Mayor, en la Ciudad de México, fueron encontrados los restos óseas de un niño de entre 8 y 10 años de edad al momento de morir, a quien los tenochcas ataviaron a la manera de Huitzilopochtli —dios mexica de la guerra— y sacrificaron en su honor.

Perteneciente a la denominada Ofrenda 176, se trata del segundo cuerpo infantil que los miembros del Proyecto Templo Mayor encuentra en un depósito asociado a dicha deidad.

Escultura de Pakal “El Grande”

Este hallazgo se da en Palenque, Chiapas, de una subestructura en el edificio denominado Casa C, así como de una vasta ofrenda en la Casa E —todo dentro del conjunto arquitectónico conocido como El Palacio—, cuyo elemento más notorio es una cabeza modelada en estuco que representaría al gobernante K’inich Janaab’ Pakal, pues la escultura semeja los rasgos de un anciano; en tanto, los objetos de la oblación datan del periodo Clásico Tardío maya (684 - 720 d.C.), cuyo inicio coincide con la muerte de Pakal “El Grande”, a los 80 años de edad.

Subestructura en Morelos

Esta subestructura en el Templo Mayor de la Zona Arqueológica de Teopanzolco, en Morelos, prueba que la ciudad tlahuica es más antigua de lo que se pensaba, pues su cronología data mayormente del periodo Posclásico Tardío (1200–1521 d.C.), en tanto que la subestructura se remonta al Posclásico Medio (1150–1200 d.C.).

Lo anterior implicó dejar atrás la idea de que los tlahuicas reprodujeron el Templo Mayor de México-Tenochtitlan, con sus altares en par dedicados a Tláloc y Huitzilopochtli, y que más bien fueron los mexicas quienes se inspiraron en el estilo de la obra tlahuica.

El Rincón Colorado

Ubicada en el municipio de General Cepeda,en Coahuila, la Zona Arqueológica del Rincón Colorado ofrece un viaje al pasado de la Tierra 72 millones de años atrás, llevando al público por las orillas del mar interior de Norteamérica, cuyas huellas permanecen en lo que hoy es el desierto de esa entidad.

Arroyo Seco

En marzo abrió sus puertas este recinto, un enclave del municipio de Victoria en cuyas rocas fueron plasmadas escenas de danza y cacería, representaciones de animales y plantas, que recorren una línea temporal iniciada al menos en el año 7000 a.C. y que llega al siglo XX de nuestra era.

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