Las sociedades del occidente de Mesoamérica, con más de tres mil años de diversas expresiones culturales, tienen características únicas en comparación con otras partes del país durante la época precolonial. Una de las más notables son las esculturas que representan a los seres humanos, las cuales tienen un estilo especial que refleja su vida social y enfatizan su sexo.La representación del sexo juega un papel importante en estas figuras. Demuestra que se prestó mucha atención a los detalles y buscan resaltar: las actitudes, comportamientos y ocupaciones de hombres y mujeres, sobresaliendo su identidad y mostrando una construcción sociocultural de género en la sociedad. Esto ayuda a entender el papel que cada uno tenía y cómo se relacionaban entre sí.La personificación de las labores es clara en el occidente de México, se descubren actividades que muestran una fuerte unión social, donde femeninas y masculinos comparten tareas y labores; como llevar vasijas, cuidar infantes y compartir actos lúdicos.En el caso particular de las mujeres son personificadas en actividades que en otras partes de Mesoamérica no suelen ser representadas. Así, se observan esculturas que portan elementos que las relacionan con la práctica de tareas como; la recolección del aguamiel para producir pulque (Tlachiqueras), ocupar un cargo de poder o tocar instrumentos de música.Si bien, como se mencionó, las esculturas muestran que la mayoría de ocupaciones eran realizadas tanto por hombres como por mujeres; al ser sociedades jerarquizadas, es probable que algunas actividades fueran solo para un género específico. No se puede asegurar esto con certeza, pero lo que sí se puede referir es que no se conocen figuras femeninas que representen guerreras, acróbatas o jugadoras de pelota.Otros elementos importantes son las maquetas realizada por estas culturas, en ellas se representan imágenes tridimensionales de casas con sus habitantes, festividades, funerales, rituales entre otras, dejando ver cómo era la vida en el occidente. En estas, también los artificies destacaron en los personajes representados el sexo, las actividades y la expresividad en los rostros. El cuidado y la precisión con que se hicieron las piezas las hacen elementos únicos en Mesoamérica.La humanidad se representa de acuerdo a su visión del universo, y cómo se entiende a sí misma que está vinculado a su cultura. En el occidente precolonial, los habitantes de Jalisco, Colima, Michoacán, Nayarit y centro-sur de Sinaloa, se personifica a las personas reflejando tanto caracteres simbólicos como aspectos de la vida diaria. Así, expresaron su identidad a través de esculturas realizadas en barro, dándole especial importancia a la representación de su sexo, lo que resaltaba sus labores en la sociedad.Lamentablemente, con la llegada de los europeos, muchas de estas expresiones culturales se perdieron, ya que los invasores usaron las costumbres sociales de los pueblos como justificación para su dominio y la destrucción de la cultura local. Esto sirve para reflexionar sobre cómo nos vemos a nosotros mismos, en relación con los otros.Esta entidad está compuesta por aspectos de índole multicultural que durante su proceso evolutivo ha forjado de manera distintiva su identidad. Sus habitantes como parte esencial de sus componentes producen la herencia cultural material e inmaterial, representada por su entorno natural, arquitectura, urbanismo y tradiciones, los cuales, se encuentran sujetos a un proceso constante.