Jueves, 25 de Abril 2024

El espacio explicado por un astronauta

Tim Peake lanzó el libro “Por qué el espacio huele a parrillada”, un texto donde el lector podrá conocer de primera mano las experiencias y las curiosidades que vive un astronauta
 

Por: El Informador

Tim Peake estuvo 185 días fuera de la Tierra. AP/Archivo

Tim Peake estuvo 185 días fuera de la Tierra. AP/Archivo

El Sol, la Luna y las estrellas han despertado la curiosidad del ser humano desde la antigüedad. Milenios de observaciones pasaron hasta que la humanidad logró “acercarse” un poco al espacio y salir del planeta, aunque todavía son muy pocos los afortunados que viajan fuera de la Tierra. Los lectores encontrarán en Tim Peake a un autor que nos brindará información sobre el espacio exterior de primera mano. Con una experiencia de 185 días en el espacio (algo que muy pocas personas en el mundo pueden presumir), este británico escribió “Por qué el espacio huele a parrillada” (y otras preguntas que solo un astronauta puede responder), una “guía” para conocer cómo vive un astronauta previo a su viaje al espacio, el lanzamiento, el periodo en la Estación Espacial Internacional (EEI) y la vertiginosa vuelta a la Tierra.

Peake es también un “tuitstar”, pues en la red social (@astro_timpeake) suele platicar de su experiencia y resolver las dudas de los internautas. Por ello, para compartir sus conocimientos y anécdotas como astronauta Tim escogió el formato de pregunta y respuesta, con muchas cuestiones que surgieron a partir del hashtag #AskanAstronaut.

En las respuestas abunda en temas tan dispares como la higiene personal en el espacio (como la pregunta de cómo “ir al baño” en un ambiente sin gravedad, una pregunta que le hacen muchos niños), sus actividades en la EEI (múltiples experimentos científicos), la inigualable “caminata” en el espacio (fuera de la nave, con todos los riesgos que películas como Gravity han popularizado -el propio Tim comenta la cinta de Cuarón-), cómo pasaba el poco tiempo libre o la fantástica vista que fotografiaba de nuestro planeta, al que la EEI le da la vuelta cada 90 minutos.

Para los jóvenes que deseen un camino en la ciencia y la astronomía, Tim Peake comenta el peculiar camino que lo llevó hasta el espacio, algo que no estuvo en su horizonte pero que se fue dando en su vida profesional como piloto de pruebas.

Sorpresas galácticas

En su relato hay muchos detalles habitualmente desconocidos sobre la “vida de astronauta”, como las cualidades que se requieren para llegar hasta el espacio exterior. La primera que menciona Tim es el dominio de idiomas, pues en la Estación Espacial convergen casi 20 países. El inglés y el ruso son los más socorridos. Disciplina, trabajo en equipo, estabilidad mental y emocional son otras de las características básicas que han de tener quienes viajan al espacio.

Hay dos momentos que clave en todo viaje al exterior de la atmósfera terrestre: la partida y el regreso. Entre las curiosidades que platica Peake en su libro, narra las dificultades para cumplir un viejo rito ruso, que siguen todos los que continúan el camino de la exploración espacial después de Yuri Gagarin (la primera persona en el espacio). Antes de salir del planeta, Yuri vació su vejiga en el autobús que lo llevaba a su misión. Aunque los astronautas usan una especie de pañal, no está de más satisfacer las necesidades fisiológicas, pues el viaje hasta la Estación Espacial es largo.

En cuanto al regreso, Peake nos recuerda el comentario habitual de todo astronauta: tocar tierra de vuelta “es como un choque en auto”. El regreso lo realizan en una pequeña nave que los transporta desde la Estación Espacial hasta Kazajistán (lugar de llegada habitual). Las primeras sorpresas vienen al salir de esa nave, ya que la gravedad resulta un extrañamiento luego de haber vivido flotando. Además, los astronautas regresan en promedio midiendo tres centímetros más, debido a que la columna y los huesos no se compactan en la gravedad (regresan muy pronto a su altura normal).

Más libros galácticos

Título: “Astrofísica para chic@s con prisa”.
Autor: Neil deGrasse Tyson y Gregory Mone.
Editorial: Paidós.
Lleno de anécdotas divertidas, Neil deGrasse Tyson explica con claridad qué son las estrellas enanas, los agujeros negros, los quásares y las posibilidades de que no estemos solos en el universo.

Título: “Crónicas del espacio”.
Autor: Neil deGrasse Tyson.
Editorial: Crítica.
La NASA está en un punto crítico; después de décadas de supremacía mundial, canceló su programa de transbordadores. Con su característico humor y sus provocadoras ideas, Neil deGrasse nos recuerda por qué la NASA importa más que nunca.

Título: “Apolo 11”.
Autor: Eduardo García Llama.
Editorial: Planeta.
En julio de 2019 se cumplieron 50 años de la misión del Apolo 11, cuyo objetivo fue lograr que un ser humano caminara sobre la superficie de la Luna. En esta obra, Eduardo García Llama -ingeniero que trabaja en la NASA, en Houston- nos cuenta esta odisea que va desde el lanzamiento de la nave hasta su vuelta a la Tierra.

Título: “Cosmología”.
Autor: Jean Pierre Luminet.
Editorial: Crítica.
Desde tiempos remotos los objetos celestes han llamado poderosamente la atención de la humanidad, y ahora mismo se buscan respuestas acerca de ellos. ¿Cuál es la forma del universo? ¿Existen universos paralelos? ¿Qué es un agujero negro? Este libro abarca aspectos de la astrofísica y de la cosmología actual, desde la curvatura del espacio-tiempo hasta el rol del arte en el entendimiento del universo.

Título: “Agujeros negros”.
Autor: Stephen Hawking.
Editorial: Crítica.
El físico sostiene que si pudiéramos entender los agujeros negros, podríamos desbloquear los secretos del universo.

Título: “Figuras ocultas”.
Autor: Margot Lee Shetterly.
Editorial: Harper Collins.
Esta es la verdadera historia, nunca antes contada, de las mujeres afroamericanas de la NASA expertas en matemáticas, que desempeñaron un papel crucial en el programa espacial de EUA, y cuyas contribuciones han permanecido anónimas hasta ahora. Se destaca la historia de Dorothy Vaughan, quien consiguió ser la primera supervisora de los servicios de IBM en la Agencia, mientras que Mary Jackson fue la primera mujer en ser ingeniera aeroespacial.

Título: “Las mujeres de la NASA”.
Autor: Nathalia Holt.
Editorial: Paidós.
En el Laboratorio de Retropropulsión creado durante la Segunda Guerra Mundial para que los Estados Unidos iniciaran su carrera espacial, se necesitaban matemáticos con una agilidad mental excepcional. Fue entonces cuando reclutaron a un grupo de élite: 16 mujeres jóvenes, verdaderas computadoras humanas, que con solo lápiz y papel transformaron el diseño de los cohetes gracias a su extraordinaria habilidad. Cuando el Laboratorio comenzó a ser parte de una nueva agencia (NASA), las científicas trabajaron en ciertos proyectos.
 

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones