Clasificar donaciones, vital para labores de rescate
Dividir los víveres en higiénicos, medicina, comida, lámparas o ropa, favorece la distribución de las donaciones
CIUDAD DE MÉXICO.- La solidaridad es inalcanzable, los nombres se desconocen, todos quieren quitar escombros para buscar vida, sin darse cuenta que se necesita voluntarios para hacer algo que es vital en el éxito de la misión y que consiste en organizar a la gente, así como las donaciones.
En la "zona cero" de Peten y Zapata, donde colapsó un edificio, ha llegado mucha ayuda, y hay gente también, pero muchos de ellos no desean clasificar las medicinas, los productos higiénicos o la comida, quizá lo ven como poco relevante, sin embargo, es la base para que los que tratan de salvar vidas lo hagan.
A solo unos metros de donde se labora hombro con hombro con chalecos, cascos, lámparas, manos, pero sobre todo el corazón lastimado, existe una carpa donde hay voluntarios médicos, doctores y enfermeros.
Ahí no solo se esperan sobrevivientes para darles los primeros auxilios, o a voluntarios deshidratados y que se lastiman por su ardua tarea, sino que también es donde se recibe la ayuda, que consiste en comida enlatada, agua, leche en polvo, pero sobre todo insumos médicos.
Es ahí donde es necesario gente que ayude a los doctores a armar cajas para clasificar la medicina, a la cual primero se le debe verificar la fecha de caducidad.
Si se trata de instrumental médico debe estar bien sellado porque de otra forma puede estar contaminado y más que ayudar afectará a quien lo reciba.
Para facilitar el manejo de las jeringas se requiere que sean clasificadas por tamaño, desde 0.5 y 1 milímetros para insulina, que pasan por las de 3 milímetros, 5 milímetros, 10 y 20.
Con el material clasificado, que incluye gasas, algodón, alcohol, medicamento, entre otras cosas, se conforman pequeños botiquines que de acuerdo a palabras de rescatistas son el primer contacto para salvar una vida.
Durante el día hay hombres, mujeres, adolescentes, adulto joven, adulto maduro y adulto mayor que se vuelcan por ayudar, el problema es cuando la noche empieza a caer esas manos escasean, también las de los enfermeros y doctores, lo que complica el manejo de la ayuda que no deja de llegar y que necesitan cientos de afectados.