Jalisco

Viven la contingencia entre huertos urbanos y despensas

En Lomas del Centinela, una asociación civil cambió de vocación y ahora combate al virus

Nabor llegó a la parcela que le prestaron en el patio de la capilla de San Miguel Arcángel, en la colonia Lomas del Centinela, en Zapopan, para llevarse una lechuga que había sembrado. La arrancó de la tierra y la puso en una maceta. “Le voy a arrancar hojas para hacer una ensalada”.

Tiene más de un año sembrando rábanos, calabazas, jitomates y lechugas en ese huerto, como parte de un taller que imparte la organización Círculo de Amigos Treffpunkt Internacional A.C., y ahora que él se ha quedado sin trabajo, esa actividad es más que una distracción; es un complemento para hacerse de comer. 

“Trabajo en la construcción, pero con esto (la contingencia por COVID-19) tengo rato que no trabajo. Aquí le hacemos la lucha. Vine también a enseñarles a los niños lo que fui aprendiendo”. 

Gracias a la asociación se enseñó a sembrar. Y además, allí le han dado un par de despensas para sobrellevar la crisis. “Es de mucha utilidad ahorita que estamos sin trabajo”. 

Desde 2016, Ana María contactó a la organización. También allí aprendió algo de agricultura en los huertos urbanos que ahora aplica. “Mi esposo trabajaba en un gimnasio, pero al haber esto todos cerraron. Lo descansaron y le dijeron que hasta el 30 de abril iba a estar cerrado, y hasta que esto se compusiera le volvían a dar trabajo… o no”. 

Ella se dedicaba al aseo. Limpiaba cuatro casas a la semana, pero también la “guardaron”.

Antonia Alvarado ya había dejado de atender su huerto en el patio de la parroquia, pero con la contingencia decidió retomar la actividad. “Cuando vengo hay rábanos, acelgas y aparte mis hijos se distraen y aprenden”.

Ahora siembra lechugas, cebollas y calabacitas, pues “esas crecen rapidísimo, en unos 40 días”.  

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